Por: Stefano Gennarini
(ZENIT Noticias – Center for Family and Human Rights / Nueva York, 18.05.2023).- La administración Biden está presionando a los países para que adopten el matrimonio homosexual como un derecho humano. Esta novedad se produce durante los últimos ciclos del Examen Periódico Universal de la ONU.
Funcionarios estadounidenses pidieron al gobierno de Serbia que «legalice las uniones entre personas del mismo sexo» la segunda semana de mayo, durante la última ronda del proceso en el que los gobiernos se critican mutuamente sobre cuestiones de derechos humanos. La administración Biden también pidió a Corea y Japón que «reconozcan legalmente el matrimonio entre personas del mismo sexo».
La administración Biden afirma que el matrimonio o las uniones homosexuales son exigidos por la legislación de derechos humanos «para garantizar la igualdad de protección ante la ley de los miembros de parejas del mismo sexo.»
La promoción del matrimonio homosexual en el extranjero no tiene precedentes por parte de ninguna administración estadounidense. Incluso la administración Obama, bajo la secretaria Hillary Clinton, que declaró las cuestiones LGBT una prioridad en la política exterior estadounidense, no promovió el matrimonio homosexual como un derecho humano.
El Examen Periódico Universal es un mecanismo del Consejo de Derechos Humanos para revisar el historial de derechos humanos de cada país de forma periódica. La característica distintiva del proceso es que permite a otros países hacer comentarios sobre el país examinado.
En teoría, los países sometidos a examen sólo deberían rendir cuentas por las obligaciones en materia de derechos humanos que existen en los tratados acordados y que los gobiernos han aceptado. Inevitablemente, el proceso se ha politizado a medida que los países intentan promover sus políticas preferidas como obligaciones de derechos humanos.
Presionar a los países para que adopten el matrimonio homosexual es especialmente controvertido porque está fuera del alcance de cualquier obligación de derechos humanos. Ningún tratado internacional de derechos humanos exige a los países que ratifiquen los matrimonios homosexuales, y mucho menos menciona las relaciones homosexuales. Los países tradicionales verán la presión del gobierno estadounidense sobre una cuestión que no está reconocida internacionalmente como una intromisión injustificada en sus asuntos nacionales y un esfuerzo por politizar los derechos humanos.
La presión sobre el matrimonio homosexual en el Examen Periódico Universal forma parte de una estrategia más amplia para impulsar la cuestión homosexual/trans en la política exterior estadounidense.
El gobierno de Biden también incluyó por primera vez el matrimonio homosexual en el Informe sobre Derechos Humanos 2022 del Departamento de Estado de Estados Unidos. El informe anual, ampliamente leído, examina el historial de derechos humanos de cada país desde la perspectiva estadounidense.
El gobierno estadounidense también presiona a los países e informa sobre sus esfuerzos por despenalizar las conductas homosexuales, adoptar leyes contra los delitos de odio y la incitación al odio, permitir que las personas que se identifican como transexuales cambien de sexo basándose en una autoidentificación subjetiva y prohibir cualquier tipo de terapia psicológica para ayudar a las personas a afrontar o superar la atracción hacia el mismo sexo y la disforia de género, lo que suele denominarse «terapia de conversión.»
Tanto el informe como las recomendaciones en el Consejo de Derechos Humanos son productos de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado. Esta presión diplomática del gobierno estadounidense también está respaldada por los programas de ayuda exterior de Estados Unidos.
La semana pasada, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional publicó una estrategia actualizada para la financiación de grupos extranjeros que promueven cuestiones homosexuales/trans y para abordar las cuestiones LGBT en todos los programas de USAID.
La estrategia presenta propuestas para que la promoción de la homosexualidad y la transexualidad sea más sistemática en todos los compromisos de ayuda exterior de Estados Unidos. Propone exigir a todas las misiones de EE.UU. en el extranjero que tengan un punto focal para las cuestiones homosexuales/trans y que recojan datos e informen sobre las cuestiones LGBT. También propone que las cuestiones homosexuales/trans se integren en todas las políticas y programas de USAID a través de «análisis de género», un proceso burocrático exigido por ley para cada política y programa de USAID para analizar y medir el impacto de las políticas y programas en las mujeres.
La promoción por parte de la administración Biden de las cuestiones LGBT en el extranjero también está invadiendo flujos de financiación establecidos, como la financiación para el VIH/SIDA, la mayor partida sanitaria del presupuesto de ayuda exterior estadounidense, con más de 5.000 millones de dólares anuales. Según datos de dominio público, USAID apoyó la puesta en marcha de la primera clínica para transexuales de la historia en la India, gestionada por y para transexuales.
Traducción del original en lengua inglesa realizada por el director editorial de ZENIT.