(ZENIT Noticias / Berlín, 20.06.2023).- El Camino Sinodal Alemán queda en suspenso. Esto gracias al veto que cuatro obispos alemanes han puesto al uso de dinero para la financiación del Comité Sinodal, una estructura pedida tras la conclusión de los encuentros que fueron etapas del Camino Sinodal Alemán y que, de hecho, desde el Vaticano vetaron.
Fue en noviembre de 2022, en el contexto de la visita de todo el episcopado alemán al Papa, que tanto el Pontífice como tres de sus colaboradores (los cardenales Parolín, Ladaria y Ouellet, Secretario de Estado y prefectos de los Dicasterios para la Doctrina de la Fe y Obispos, respectivamente) les marcaron pautas que la mayoría de los obispos alemanes desoyeron. Semanas después les pedirían no ir adelante con el Comité Sinodal al no estar previsto en el Derecho Canónico y de facto sustraer la autoridad local de los obispos individuales e incluso de la Conferencia Episcopal.
La realización del Comité Sinodal, heredero del Camino Sinodal Alemán y desenlace del mismo, ha encontrado el veto de cuatro obispos: el cardenal Woelki, de Colonia; Mons. Hanke, de Eichstätt; Mons. Oster, de Passau; y Voderholzer, de Regensburg. Los cuatro han dicho no a la financiación de esa estructura que viola su autoridad personal en la diócesis y que supone por tanto preocupaciones eclesiológicas. En la declaración oficial han dicho que prefieren optar por “recorrer juntos el camino hacia una iglesia más sinodal en sus diócesis y en coordinación con el proceso sinodal de la iglesia universal». También reconocer «que crearíamos otro organismo en este momento con mucho dinero y esfuerzo, cuyas competencias son todo menos claras, solo para descubrir al final que no podemos hacerlo así».
Por su parte el Comité Central de Católicos Alemanes ha dicho que no será financiador. Aducen que si la Iglesia quiere reformarse el dinero lo deben poner los obispos. O en otras palabras: sí quieren tener posiciones de autoridad en la Iglesia alemana pero con el dinero que gestionan las diócesis, no con el propio. De hecho, la presidenta del Comité Central de Católicos Alemanes ha sugerido que los laicos deben decidir ya sobre el dinero de la iglesia. Se olvida, sin embargo, que en la gestión ordinaria de las parroquias alemanes el párroco no tiene la última palabra pues es el consejo parroquial el que aprueba todo, incluso el uso del dinero.