(ZENIT Noticias / Lisboa, 05.08.2023).- La mañana del sábado 5 de agosto, el Papa Francisco dejó la Nunciatura Apostólica y se trasladó en en coche a la Base Aérea Figo Maduro, en Lisboa, desde donde partió –a bordo de un helicóptero militar– hacia Fátima. Previamente celebró la misa de forma privada y desayunó.
A su llegada privada al Helipuerto de Fátima, el Papa fue recibido por el Obispo de Leiria-Fátima y Presidente de la Conferencia Episcopal de Portugal, Mons. José Ornelas Carvalho. A continuación, el Papa se trasladó en coche al Santuario de Nuestra Señora de Fátima, donde –tras hacer algunas rondas en el Papamóvil entre los fieles– a las 9.30 horas, dirigió el rezo del Santo Rosario con los Jóvenes Enfermos en la Capilla de las Apariciones.
Tras entrar en la Capilla de las Apariciones, el Papa Francisco veneró la imagen de la Santísima Virgen María de Fátima y se detuvo en oración silenciosa. Dos niños ofrecieron al Santo Padre unas flores que él depositó a los pies de la Virgen y le dejaron como regalo un Rosario de oro.
Al final del rezo del Santo Rosario y tras la alocución de saludo del Obispo de Leiria-Fátima, el Santo Padre pronunció su discurso.
Tras la bendición final y los cantos, el Papa Francisco saludó a algunos jóvenes enfermos. A continuación, se dirigió al helipuerto de Fátima, desde donde partió en un helicóptero militar para regresar a la Base Aérea Figo Maduro, en Lisboa, y volver a la Nunciatura Apostólica.
Según las autoridades, unas 200.000 personas estuvieron presentes en el Santuario de Fátima para el rezo del Santo Rosario.