(ZENIT Noticias / Lisboa, 06.08.2023).- Durante su estancia en Portugal el Papa Francisco ha dejado varios regalos en signo de gratitud.
El primero de ellos lo ha dado a la Virgen María en su visita a Fátima el sábado 5 de agosto: se ha tratado de un Rosario de oro que ha quedado en la estatua de la capilla de las apariciones.
El segundo regalo fue un cáliz de oro para la arquidiócesis de Lisboa. El regalo lo dio el Papa al cardenal Manuel Clemente, arzobispo de la capital portuguesa.
Finalmente, el tercer regalo, ha sido para el lugar que le acogió: la Nunciatura Apostólica (la embajada del Vaticano en Portugal). Se trata de una obra de la artista Amalia Mistichelli. El cuadro tiene al centro, engastada en la esfera armilar, la Catedral Patriarcal de Santa María la Mayor, iglesia madre y principal lugar de culto católico de la ciudad de Lisboa.
A su alrededor, en forma circular, figura la inscripción en latín «DIES MVNDIALIS IVVENTVTIS LISBONAE MMXXIII» (Jornadas Mundiales de la Juventud de Lisboa 2023) y en la parte superior, entre las dos torres, el logotipo de la JMJ.
En círculo, hacia el exterior, se encuentran las efigies de los 13 Patronos de la Jornada Mundial de la Juventud, todos Santos o Beatos, que han dedicado su vida al servicio de los jóvenes. Trece luces de santidad elegidas por las diócesis de Lisboa como ejemplos de virtud para los participantes en la JMJ: San Juan Pablo II, San Juan Bosco, San Vicente, San Antonio, San Bartolomé de los Mártires, San Juan de Brito, Beata Juana de Portugal, Beato Juan Fernandes, Beata María Clara del Niño Jesús, Beato Pier Giorgio Frassati, Beato Marcel Callo, Beata Clara Badano y Beato Carlos Acutis.