(ZENIT Noticias / Cleveland, 14.08.2023).- El 28 de julio, Monseñor Edward Malesic emitió un decreto que transforma la Iglesia de Santa Isabel de Hungría en Cleveland en un santuario diocesano dedicado a la Misa tradicional y a la administración de otros sacramentos. Monseñor Malesic afirmó que la iglesia sería utilizada «para el culto de acuerdo con el Misal Romano de 1962 y otros textos litúrgicos en uso durante esa época».
Aunque no se pudo establecer la iglesia como una parroquia del rito tridentino, ya que está prohibido por el motu proprio del Papa Francisco, el obispo no obstante otorgó el privilegio de llevar a cabo sacramentos y otros actos de culto divino propios de las iglesias parroquiales: bautismo, confirmación, matrimonio y funerales.
La orden ejecutiva también exige que la Iglesia de Santa Isabel de Hungría, la sede de la comunidad cristiana húngara más antigua de Estados Unidos, promueva «la herencia cristiana del pueblo húngaro».
El motu proprio del Papa Francisco, Traditionis Custodes, instruye a los obispos a no permitir la celebración de la Misa tradicional en «parroquias» ni establecer nuevas parroquias personales donde se celebre esta Misa, una condición que no se cumple en este santuario.
Actualmente, dentro de la diócesis de Cleveland, hay aproximadamente una docena de lugares donde se celebra la Misa Tridentina. El decreto que establece a Santa Isabel de Hungría como santuario entra en vigor el 15 de agosto, la Fiesta de la Asunción de la Virgen María, coincidiendo con la fecha de la muerte de San Esteban, Rey de Hungría, quien falleció el 15 de agosto de 1038.
El decreto de establecimiento resalta la designación de Santa Isabel de Hungría como un santuario diocesano para la promoción de la herencia cristiana del pueblo húngaro y para el culto divino de acuerdo con los libros litúrgicos en uso antes de la reforma de 1970 (es decir, el Misal Romano de 1962 y otros textos litúrgicos de esa época).
Además, especifica que aunque el santuario no puede erigirse como parroquia según Traditionis Custodes, debido a su propósito distintivo, debe considerarse dentro de la diócesis de Cleveland como equivalente a una parroquia. En consecuencia, la curia diocesana y las iglesias parroquiales deben tratar al santuario como una parroquia en la medida de lo posible.
El santuario tiene el privilegio de realizar sacramentos y otros actos de culto divino propios de las iglesias parroquiales, como el bautismo, confirmación, matrimonio y funerales. No obstante, los ministros del santuario deben asegurarse de llevarlos a cabo válida y lícitamente de acuerdo con las normas legales.
Finalmente, el santuario tiene el privilegio de mantener sus propios registros de bautismo, confirmación, primera comunión, matrimonio y defunción, sin perjuicio de los derechos de la parroquia territorial y la parroquia de San Emerico (que, como parroquia personal, puede administrar sacramentos a ciudadanos húngaros en toda la diócesis de Cleveland y especialmente en Santa Isabel de Hungría).
El santuario no estará dedicado «exclusivamente» a la Misa tradicional, que solo se celebrará, según informa el sitio web de la Iglesia de Santa Isabel de Hungría, los sábados. Por lo tanto, la concesión queda limitada. Cabe destacar que la autorización para realizar otros sacramentos contradice las aclaraciones proporcionadas por el Cardenal Arthur Roche en respuesta a preguntas sobre el motu proprio, lo que podría generar reacciones.