Zhou Kexin
(ZENIT Noticias – Bitter Winter / China, 21.08.2023).- La Administración del Ciberespacio de China ha publicado para comentarios un borrador de «Normativa sobre la gestión de la seguridad de las aplicaciones de la tecnología de reconocimiento facial». Los comentarios pueden enviarse a la Administración antes del 7 de septiembre de 2023. Como saben los lectores de » Bitter Winter», la publicación previa de proyectos de ley para recabar comentarios es un ejercicio cosmético de pseudodemocracia. Los comentarios rara vez se tienen en cuenta, salvo cuando desde el punto de vista de los derechos humanos empeoran aún más un mal proyecto de ley.
El nuevo proyecto de ley se ha presentado como un texto avanzado, que equipara a China con las mejores prácticas de protección de la privacidad en el mundo. De hecho, se introducen varias limitaciones al uso de la tecnología de reconocimiento facial. La tecnología sólo debe utilizarse cuando su uso esté justificado y sea necesario. Los dispositivos de reconocimiento facial no deben instalarse en «habitaciones de hotel, baños públicos, vestuarios, aseos y otros lugares que puedan vulnerar la intimidad de los ciudadanos» (que sea necesaria una disposición de este tipo indica que, efectivamente, en China es posible que te espíen con una cámara con tecnología de reconocimiento facial incluso en tu habitación de hotel o dentro de un aseo público).
Dado que los escándalos sobre su producción de tecnología de reconocimiento facial para identificar a los uigures han llevado a empresas como Hikvision a ser prohibidas en Estados Unidos y a ver limitadas sus actividades en otros países, el proyecto de reglamento establece que está prohibido utilizar el sistema «para analizar la raza, etnia o religión personales».
Sólo que, como han señalado los medios de comunicación y los internautas menos ingenuos, hay un agujero en la red de protección de la privacidad creada por el proyecto de reglamento, y es un agujero grande. Todas las limitaciones al uso de tecnologías de reconocimiento visual pueden ser superadas por la Seguridad Pública por razones de seguridad nacional.
Dado que China es un país orientado a la seguridad, donde casi todo es una cuestión de seguridad nacional, las limitaciones propuestas sólo se aplicarían a empresas privadas y organismos gubernamentales de bajo nivel fuera del ámbito de la seguridad pública. En otras palabras, si un supermercado o un banco más o menos privado quiere utilizar el reconocimiento facial para identificar a clientes «malos», estaría sujeto a ciertas limitaciones. Pero si la Seguridad Pública declara que el reconocimiento facial es necesario para fines de seguridad nacional, el negocio seguirá como siempre, incluso utilizando la tecnología para identificar a uigures y miembros de otras minorías étnicas, y perseguir a ciertos grupos religiosos. Mientras tanto, el Partido Comunista Chino intentará vender al mundo la historia de que la privacidad de los ciudadanos chinos está ahora totalmente protegida contra la intrusión de la tecnología de reconocimiento facial. La historia no es cierta.