(ZENIT Noticias / Massachusetts, 19.09.2023).- El juez de distrito estatal en un tribunal penal en Massachusetts resolvió que el ex cardenal Theodore McCarrick es incompetente para ser juzgado por la acusación de abuso sexual a un adolescente hace varias décadas.
McCarrick fue arzobispo de Washington, destituido del sacerdocio por el Papa Francisco en 2019 tras investigación interna del Vaticano que determinó la agresión sexual en 1974.
La desestimación de los cargos se basa en los exámenes de salud mental realizados a McCarrick por varios de profesionales del ex cardenal y de los equipos legales del Estado, contratados por separado. Ambas evaluaciones coincidieron en defectos significativos durante las entrevistas efectuadas en junio, incapaz de recordar una conversación pocos minutos después. La doctora Kerry Nelligan declaró que los tests realizados en junio manifestaron demencia en todas sus formas y no hay medicamentos que mejoren su capacidad.
“No solo tiene estos déficits en la actualidad”, dijo Nelligan. “No hay manera de que mejore”. Al ser incapaz de recordar sus conversaciones, no podría colaborar con sus abogados en su propia defensa.
McCarrick, de 93 años, fue acusado de tres cargos de agresión a un joven de 14 años. El Vaticano tenía informes desde 1999 sobre la conducta inapropiada de McCarrick. Obtuvo el título de cardenal y trabajó en actividades influyentes como diplomático de la Santa Sede.
McCarrick se declaró inocente en setiembre de 2021. En abril fue acusado de agredir sexualmente a un hombre de 18 años en Wisconsin hace 45 años. También enfrentó varias acusaciones de abuso sexual a menores y seminaristas, hechos que determinaron su expulsión del sacerdocio en 2019.
En febrero, sus abogados pidieron al juez que desestimase el caso, quien estableció, sobre los exámenes de un profesor de psiquiatría y ciencias de la conducta de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, que padecía demencia como alzhéimer.
McCarrick asistió a la audiencia por video conferencia. Se vio levemente encorvado, vestido con camisa verde claro y un chaleco gris sobre los hombros. No habló. El ex cardenal fue declarado incompetente para el juicio por cargos criminales de abuso sexual.