(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 20.09.2023).- En una conmovedora ceremonia conmemorativa en el aniversario de su martirio, una estatua de mármol de 3.8 metros de altura de San Andrés Kim Tae-gon (1821-1846), el primer sacerdote católico de Corea, fue oficialmente inaugurada en la Basílica de San Pedro en el Vaticano durante una misa del sábado 16 de septiembre.
Esta monumental estatua, elaborada por el renombrado escultor coreano Han Jin-sub, ahora adorna un nicho en la Basílica de San Pedro, marcando la primera instalación de la estatua de un santo asiático en la sede universal de la Iglesia Católica.
Ataviada con traje tradicional coreano, incluyendo el característico sombrero «gat» y un conjunto «dopo», la estatua rinde homenaje a la rica herencia cultural de Corea.
Durante la emotiva ceremonia, el cardenal Lazzaro You Heung-sik, Prefecto de Dicasterio para el Clero, bendijo la instalación de la estatua. Entre los asistentes se encontraban miembros de la delegación de la Iglesia coreana, incluyendo al obispo Mathias Ri Long-hoon y al cardenal Andrew Yeom Soo-jung. Kang Seung-kyoo, el secretario presidencial senior para la sociedad civil, también estuvo presente en calidad de enviado especial del presidente Yoon Suk Yeol.
En su discurso, el cardenal You expresó su esperanza de que los jóvenes de todo el mundo se inspiren en la vida del sacerdote Kim Tae-gon, un hombre que demostró una esperanza y valentía inquebrantables ante la adversidad, a pesar de haber vivido solo 25 años.
El cardenal You describió la instalación de la estatua como otro momento «asombroso y profundamente conmovedor», que ocurrió poco después de que Seúl fuera elegida como sede de la Jornada Mundial de la Juventud 2027, un evento global en el calendario de la Iglesia Católica.
La iniciativa para honrar el 200º aniversario del nacimiento del mártir en 2021 fue propuesta inicialmente al Papa Francisco por el cardenal You. El proyecto fue financiado por la Conferencia Episcopal Coreana.
Nacido en una familia de conversos al cristianismo, Kim Tae-gon fue bautizado a los 15 años y posteriormente viajó a Macao, bajo el dominio portugués, para inscribirse en un seminario. Fue ordenado sacerdote en China en 1845 y regresó a su tierra natal para realizar labores misioneras. Trágicamente, en 1846, a la temprana edad de 25 años, enfrentó la tortura y la decapitación cerca de Seúl, a orillas del río Han.
En 1984, el Papa Juan Pablo II canonizó a Kim, declarándolo santo junto a otros 102 mártires. En 2021, la UNESCO conmemoró el 200º aniversario del nacimiento del mártir y lo designó como un monumento global, consolidando aún más su legado como símbolo de fe y resistencia.