Ariel Beramendi
(ZENIT Noticias / Roma, 24.10.2023).- El sínodo ha entrado en su recta final después de tres semanas de extenuante trabajo. Si bien estos días los participantes tendrán algún tiempo para descansar, la Comisión de redacción y sus colaboradores se esfuerzan por sintetizar y encontrar un hilo conductor entre las reflexiones entregadas por los grupos de trabajo.
Se han tratado muchos temas y en esta semana pasada (la penúltima de octubre) las conclusiones serán puestas en común, se realizarán ajustes, luego se votará cada párrafo y, a menos que haya cambios de última hora, el texto final será publicado junto al número de “acepto, no acepto y me abstengo”. Datos que reflejarán el consenso amplio o reducido de las temáticas abordadas. Además del documento final que se entregará al Santo Padre, en estos días los participantes dirigirán una “Carta al Pueblo de Dios”.
Las reflexiones y el debate han sido intensos: por ejemplo, los desafíos cambian según el continente. Si hay voces que desde Europa proponen la apertura al diaconado femenino para subsanar la falta de vocaciones sacerdotales, las voces del continente africano demuestran, con números, que los seminarios y las vocaciones sacerdotales continúan floreciendo.
Entonces la tesis y las antítesis necesitan de una reflexión teológica seria y profunda para dar respuestas universales a la humanidad de hoy. Los lectores entenderán que se necesita un tiempo y proceso adecuados para escuchar al Pueblo de Dios y sobre todo al Espíritu Santo.
Contemporáneamente, la vida de la Iglesia y de la Curia Vaticana siguen su curso. Mencionamos algunos hechos importantes.
El jueves 19 de octubre se confirmó que 12 sacerdotes nicaragüenses fueron excarcelados por el régimen orteguista y serán acogidos en parroquias de Roma. Entre ellos no se encuentra el obispo Rolando Álvarez. Para el gobierno continuará siendo una “moneda de intercambio”.
Ese mismo día por la noche, la jornada de los participantes del sínodo, terminó con una oración por los migrantes. En esa ocasión el Papa Francisco recordó a quienes perdieron la vida a lo largo de las diversas rutas migratorias, a sus familias, a los que sobrevivieron y a todos los refugiados, y los migrantes que aún están en camino.
Y mientras se rezaba por la paz, y la liberación de los rehenes tomados por los terroristas de Hamás, horas más tarde, en un barrio histórico de la ciudad de Gaza, decenas de cristianos morían por el bombardeo israelí de la iglesia ortodoxa griega de San Porfirio.
Estos días el Papa exhortó a los creyentes a tomar un solo bando en este conflicto: el de la paz. Por eso, este viernes 27 de octubre la iglesia vivirá una jornada de oración, ayuno y penitencia por la paz en el mundo.
Post data.- El Vaticano y la Casa Blanca confirmaron que el domingo por la tarde, el Papa Francisco y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hablaron por teléfono durante unos 20 minutos sobre «las situaciones de conflicto en el mundo y la necesidad de identificar caminos hacia la paz». No perdamos la esperanza.
Ariel Beramendi es sacerdote y comunicador.