(ZENIT Noticias / Belén, Palestina, 04.12.2023).- El municipio de Belén, en Palestina, suspende las celebraciones navideñas y retira las decoraciones de luz en la Plaza de la Natividad y otros lugares de la ciudad. Las luces coloridas se retiran frente a la Basílica de la Natividad en Belén por motivo de la guerra.
En una declaración del 10 de noviembre, los patriarcas de las Iglesias situadas en Jerusalén pidieron oración a los fieles “para permanecer firmes con aquellos que enfrentan las aflicciones este año, renunciando a cualquier actividad innecesariamente festiva (…), centrándonos más en el significado espiritual de la Navidad, teniendo en nuestros pensamientos a nuestros hermanos y hermanas afectados por esta guerra y sus consecuencias, y con fervientes oraciones por una paz justa y duradera para nuestra amada Tierra Santa”.
Hanna Hanania, alcaldesa saliente de Belén, población situada en el territorio palestino de Cisjordania, declaró a la agencia en inglés EWTN, que “Belén, como cualquier otra ciudad palestina, está de luto y triste”. “No podemos celebrar mientras estemos en esta situación”, haciendo referencia a la guerra entre Israel y Hamás.
Hanania se suma a la declaración de las Iglesias en Tierra Santa, proponiendo que las fiestas tomen cariz de oración a Dios para “tener paz en la tierra de la paz”.
Se respetarán las normas del Status quo existente desde la época del Imperio otomano, que regulan el acceso a los lugares sagrados. Por tanto, en vísperas de Adviento, el Patriarca Latino de Jerusalén, Cardenal Pierbattista Pizzaballa, llegará el 24 de diciembre, y el P. Francesco Patton, Custodio de Tierra Santa, hará su entrada solemne en Belén el día de la festividad.
La procesión por la Calle de las Estrellas, que marca el recorrido de los Reyes Magos según la tradición, se celebrará sin música y con presencia reducida de personas.
Hanna Hanania comentó: “Recibimos la Navidad con tristeza, dolor y sufrimiento. Los padres se avergüenzan de comprar regalos para sus hijos, cuando muchas familias no pueden satisfacer sus necesidades básicas”.
La Basílica de la Natividad se muestra desierta. En la Gruta de la Natividad, son raros los peregrinos. Hay palestinos atrapados por la guerra en Belén a donde llegaron para recibir atención médica o asuntos comerciales. El conflicto entre Israel y Hamás hiere la vida de los ciudadanos de ambos países, reclamando moderación exterior y fuerte petición de paz en el corazón.