(ZENIT Noticias / Madrid, 10.12.2023).- Tiempo de navidades, más compras, comidas, gastos desorbitados y cenas de empresa… pero la dura realidad es que más del 75,5% de las familias españolas no podrán hacer frente a estos gastos excesivos. Cada vez es más la complicación que tienen las familias para poder llegar a fin de mes, sueldos más precarios y apenas suficientes para poder permitirse algún capricho.
La vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Familias Numerosas en España, María Menendez de Zubillaga, lo tiene claro: las familias son siempre las grandes perjudicadas de las pésimas políticas de los gobiernos. La falta de salarios dignos y la poca conciliación laboral/familiar, hacen que se produzca la inconsistencia económica de las familias y por lo tanto no se pueda tener una mayor estabilidad económica.
Sin embargo, la líder pro familia ha enfatizado el verdadero sentido de la Navidad, obviando la parte más económica y centrándolo en el aspecto más trascendental, el verdadero sentido y significado de lo que se celebra: el nacimiento del hijo de Dios.
Menéndez de Zubillaga, señala para ZENIT que: “lo más importante de la Navidad es que se celebre en familia. La Navidad es un tiempo doméstico, una fiesta familiar como lo explicaba Chesterton. No encaja con el mundo, que solo habla de caprichos, regalos, comilonas y viajes. En definitiva, derroche y malgasto.Por eso la Navidad bien vivida no debería acusar el alza de los precios. Eso queda para cualquier día del año”.
Por su parte el presidente del Instituto de Política Familiar (IPF), Mariano Martínez-Aedo, se ha dirigido a ZENIT destacando que la familia es la gran olvidada en las políticas y ha hecho especial hincapié en que: “la crisis económica afecta fuertemente a las familias y las celebraciones navideñas que suelen representar gastos extras, pueden afectarles fuertemente, la mayoría hará esfuerzos extraordinarios para lograr no bajar el listón, llevándolos a una cuesta en enero especialmente dura”.
Sin embargo el líder del Instituto de Política Familiar (IPF), considera que: “lo más grave serán esas cientos de miles de familias rotas, esos millones de personas solas que en estas fechas sufrirán más hondamente su situación. La auténtica crisis es la de la familia y de la persona, agravadas por el proyecto ideológico antifamiliar que, omnipresente en nuestra sociedad, nos hace cada vez más aislados y egoístas, y por lo tanto más infelices”.
En definitiva, los dos líderes profamilia han expresado su más absoluta preocupación ante la falta de apoyo que recibe la familia, la soledad de muchas familias, la escasez de recursos en estas fechas, en las que muchas familias han aprendido a contentarse con un plato de sopa como menú principal de Navidad.
