(ZENIT Noticias / París, 13.12.2023).- Emmanuel Macron hizo una invitación al Papa para que esté presente en la reapertura de la catedral de Note Dame, en París, cuyo final de reparación de obras se prevé el 8 de diciembre de 2024. Este mes de diciembre, el presidente francés revisó las obras y respondió a la cadena de televisión France 2 que las puertas de Francia siempre están abiertas para el Papa: «en cualquier caso lo invitaremos», indicó.
Macron en Notre Dame
Queda todavía un año para que finalice la reconstrucción de la catedral parisina, incendiada el 15 de abril de 2019. El presidente francés subió hasta la aguja, rematada por la cruz sobre el crucero a 96 metros de altura, donde falta el gallo, símbolo nacional de identidad para los franceses: el gallo se utilizó por primera vez en la Edad Media como símbolo de esperanza y fe, reafirmado como signo para toda Francia durante el Renacimiento y el Barroco.
«Desde abril de 2019, toda la nación se ha estado reconstruyendo”, comentó el presidente. “Y es muy conmovedor estar aquí un año antes. Se puede ver el extraordinario progreso de las obras de esta nave, el coro, los marcos y la aguja», agregó.
Macron recordó con afecto al general Jean-Louis Georgelin, supervisor de la reconstrucción, fallecido en agosto. El nombre de Georgelin quedó inscrito en la madera de la aguja por un artesano para conmemorar la contribución del general a la catedral.
La esposa del presidente, Brigitte Macron, recorrió las excavaciones del Instituto Nacional de Investigación Arqueológica Preventiva de Francia, pues los arqueólogos descubrieron un esqueleto del siglo XIII.
Macron anunció también un concurso para el diseño de seis vidrieras nuevas en unas capillas de la catedral que conmemoren la restauración tras el incendio. Las antiguas vidrieras, de la época de Viollet-le-Duc, se expondrán en un nuevo museo de Notre Dame, situado en las inmediaciones. El antiguo gallo también se exhibirá en el museo: resaltaba en lo alto de la catedral, sobrevivió al incendio, pero se deformó por el calor y la caída.
La invitación al Papa Francisco ya fue hecha también en marzo de este año por Anne Hidalgo, la alcaldesa de París.