(ZENIT Noticias / Beirut, 14.12.2023).- Una organización benéfica católica está ayudando a unas religiosas a distribuir regalos de Navidad entre 35.000 niños de Siria y 10.000 del Líbano cuyos padres no pueden permitirse comprarles regalos.
Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) colabora con las Hermanas de San José de Lyon y la Congregación de Jesús y María para proporcionar ropa de abrigo de invierno a los niños de familias que luchan por llegar a fin de mes en un momento de graves dificultades económicas.
La hermana Raymonda Saada, de las Hermanas de San José de Lyon (Líbano), declaró a AIN: «Queremos estar al lado de las familias necesitadas, especialmente de los niños. Con medios sencillos, podemos dar alegría y esperanza, testimoniar la encarnación del Emmanuel, la presencia de Dios entre nosotros, y modelar un mundo nuevo».
Muchas familias de Siria y Líbano tienen dificultades para llevar comida a la mesa, y cualquier regalo que reciben les produce alegría, según la hermana Saada.
AIN lleva apoyando este proyecto en Siria desde 2015 y en Líbano desde 2021 para ayudar a aliviar el sufrimiento causado por la guerra y el colapso de la economía.
La hermana Saada recordó las experiencias del año pasado: «Intuíamos que este proyecto era una llamada de Dios».
Añadió que no faltaban voluntarios que quisieran ayudar: «Era como una colmena: los ayudantes pululaban por todas partes. Incluso vinieron madres que no tenían mucho tiempo para dedicar al menos una hora a envolver regalos. Estaban decididas a contribuir a dar alegría a los niños en Navidad».
La Hermana Annie Demerjian, de la Congregación de Jesús y María en Siria, dijo: «Muchas familias aquí sólo pueden soñar con ropa nueva. Para comprar un par de pantalones, una camisa y zapatos hoy en día en Siria se necesitan dos meses de salario mínimo».
Entre los que reciben regalos esta Navidad se encuentran los hijos de dos viudas, Farha y Nidaa, del pueblo libanés de Qaa, en la frontera con Siria, cuyos maridos -únicos sostenes de la familia- murieron en un atentado suicida del Daesh (ISIS) en 2016.
Farha, madre de tres hijos, y Nidaa, madre de cuatro, sólo reciben del gobierno unas 80 libras al mes cada una, una fracción de lo que necesitarían para cubrir sus gastos básicos de subsistencia, por no hablar de la ayuda psicológica para sus traumatizados hijos.
La hermana Saada dijo: «En mis oraciones nunca olvido a los benefactores de AIN. Sin vosotros no podríamos conseguir nada». Y concluyó: «Gracias por creer en este proyecto. Vosotros y todas vuestras donaciones sois los que habéis hecho realidad este sueño. Estamos absolutamente seguros de que Jesucristo os está bendiciendo, estéis donde estéis; y con cada regalo, con cada sonrisa de un niño, estáis recibiendo una gracia especial. Os damos las gracias de todo corazón».