(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 21.01.2024).- Al final de la oración mariana del Ángelus del domingo 21 de enero, el Papa Francisco señaló que “Los próximos meses nos conducirán a la apertura de la Puerta Santa, con la que comenzaremos el Jubileo”. Y a continuación pidió que se “intensifique la oración para prepararnos a vivir bien este acontecimiento de gracia y experimentar la fuerza de la esperanza de Dios”. El Jubileo ordinario es un periodo especialmente importante que la Iglesia católica celebra cada 25 años y durante el cual se intensifican las peregrinaciones a Roma, con todo el simbolismo que supone cruzar las puertas santas de las cuatro basílicas mayores, la vaticana como la principal de entre ellas. El Jubileo hunde sus raíces en el Antiguo Testamento y en la tradición católica se remonta a 1,300, con Bonifacio VIII, el primer Papa que convocó uno.
En este contexto, el Papa Francisco declaró iniciado el “Año de la oración” ese mismo domingo 21 de enero de 2024: “Por eso comenzamos hoy el Año de la oración, un año dedicado a redescubrir el gran valor y la absoluta necesidad de la oración en la vida personal, en la vida de la Iglesia y en el mundo”. Para ayudar a vivir este periodo, el Papa adelantó que “Nos ayudarán también los subsidios que el Dicasterio para la Evangelización pondrá a nuestra disposición”. El Dicasterio para la Evangelización ya ha adelantado que se publicará una serie de libros de “Apuntes sobre la oración” (serán presentados el 23 de enero en la Sala de Prensa de la Santa Sede).
Ya en la carta dirigida por el Papa Francisco al pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, monseñor Rino Fischella, el Papa había referido sobre este particular:
En este tiempo de preparación, me alegra pensar que el año 2024, que precede al acontecimiento del Jubileo, pueda dedicarse a una gran “sinfonía” de oración; ante todo, para recuperar el deseo de estar en la presencia del Señor, de escucharlo y adorarlo. Oración, para agradecer a Dios los múltiples dones de su amor por nosotros y alabar su obra en la creación, que nos compromete a respetarla y a actuar de forma concreta y responsable para salvaguardarla. Oración como voz “de un solo corazón y una sola alma” (cf. Hch 4,32) que se traduce en ser solidarios y en compartir el pan de cada día. Oración que permite a cada hombre y mujer de este mundo dirigirse al único Dios, para expresarle lo que tienen en el secreto del corazón. Oración como vía maestra hacia la santidad, que nos lleva a vivir la contemplación en la acción. En definitiva, un año intenso de oración, en el que los corazones se puedan abrir para recibir la abundancia de la gracia, haciendo del “Padre Nuestro”, la oración que Jesús nos enseñó, el programa de vida de cada uno de sus discípulos.
Es previsible que el día de la solemnidad litúrgica de la Ascensión del Señor (que este año 2023 se celebrará el 9 de mayo -o 12 si se traslada al domingo-) se anuncie el día de apertura de la Puerta Santa con lo que implica como día de inicio del Jubileo. Es costumbre que en la solemnidad de la Ascensión los Papas firmen las bulas de proclamación del Año Santo, indicando en ellas el día de inicia y el de conclusión.