(ZENIT Noticias / Roma, 06.02.2024).- La serie The Chosen, que relata la vida de Jesús y sus apóstoles, es una producción en la que varias denominaciones cristianas se han puesto a trabajar, logrando un impacto a nivel mundial. Como su productor señala: el impacto está sucediendo en las generaciones más jóvenes.
El proyecto empezó a producirse con pocos recursos: gracias a donaciones en su página web lograron grabar la primera temporada. Sin embargo, a medida que han ido sacado más temporadas, su fama los ha catapultado al grado de tener que presentar la serie en cines.
Para enero de 2024 la productora se encuentra lanzando la cuarta temporada. Esta temporada presenta la vida pública de Jesús, pero como sus productores lo han mencionado, se trata de una preparación para la parte final de la vida de Cristo.
Jenkins, su creador, comenta sobre el éxito que está teniendo la serie que “estamos en un mundo, especialmente en las redes sociales, donde todo puede sentirse procesado. A la generación Z le está encantando el show más de lo que esperaba y ellos no dejan de decir que es porque se siente real; se siente auténtico.”
De acuerdo a los productores, una de las partes del evangelio que esta temporada se propone resaltar es la tristeza de Jesús al percatarse de que sus discípulos (y en ellos representado el género humano), no entienden su “lista de prioridades”, ya que cuando Él les habla de que va a tener que sufrir y morir, por alguna razón ellos no lo comprenden y prefieren discutir quién es el más importante.
Jonathan Roumie, el actor que interpreta a Jesús en la serie, reflexiona que la confianza es uno de los mensajes clave de lo que el personaje de Jesús intenta transmitir a sus apóstoles, dice: “no importa qué tan seguido Jesús trata de decir a sus discípulos en este punto (que tiene que morir), él les dice muy claramente confíen en mí, esto va a suceder, pero confíen en mí, y esta es una de las lecciones más difíciles de enseñar”.
En definitiva, esta serie está dando exitosamente la vuelta al mundo porque -en palabras de Jenkins- hay un aspecto clave que la audiencia joven percibe en ella: “mi mayor conclusión es: di la verdad. Algo que es sentimental no es malo, pero si es un falso sentimiento es entonces cuando se vuelve cursi”.
