(ZENIT Noticias / Roma, 08.02.2024).- En un breve periodo de tiempo se han producido, con autorización del Papa, tres ordenaciones episcopales en China. No se trata de cualquier cosa: las ordenaciones son posibles no sólo porque cuentan con la aprobación pontificia, sino también con la del gobierno comunista de China, país con el que la Santa Sede no tiene relaciones diplomáticas y con el cual firmó un “Acuerdo Provisional sobre el nombramiento de obispos” en 2018. Por ese acuerdo se tratan “cuestiones eclesiales de interés común” y se promueven “ulteriores relaciones de entendimiento”. El punto más concreto es el nombramiento de obispos católicos en China. El acuerdo fue prorrogado en 2020 y una tercera vez en 2022. Caduca este 2024.
Tras ser designado obispo de Zhengzhou por el Papa Francisco, el pasado 16 de diciembre de 2023, el padre Thaddeus Wang Yuesheng fue consagrado obispo, en comunión, con el Papa el 25 de enero de 2024.
Posteriormente fue consagrado obispo de Weifang el padre Antonio Sun Wenjun, el 29 de enero. Previamente el Papa -y el gobierno chino- crearon una nueva diócesis: precisamente la de Weifang.
Finalmente, el 31 de enero fue ordenado obispo el padre Peter Wu Yishun, a quien se le confió la prefectura apostólica de Shaowu. Este tercer obispo había recibido el nombramiento del Papa el 16 de diciembre. Esta circunscripción eclesiástica estaba sin obispo desde hace 50 años.
¿Y qué dice el gobierno comunista chino al respecto? El pronunciamiento lo realizaron el 1 de febrero de 2024. Respondiendo a una pregunta de un periodista de AFP, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Wang Wenbin, contestó sobre las tres ordenaciones episcopales y el estado actual de las relaciones diplomáticas entre el Vaticano y China:
En los últimos años, China y el Vaticano han mantenido comunicación y el Acuerdo Provisional entre la Santa Sede y la República Popular China sobre el nombramiento de obispos se ha implementado bien. China está dispuesta a mejorar las relaciones con el Vaticano sobre la base del espíritu de respeto mutuo y diálogo equitativo.
Por cuanto conoce ZENIT por referencia directa de una fuente en Secretaría de Estado, la intención de la Santa Sede es la misma que con Vietnam: que hay un representante pontificio fijo en China continental, aunque no haya relaciones diplomáticas, pero que posibilite un mejor entendimiento favorecido por el acercamiento.