(ZENIT Noticias / Jerusalén, 04.04.2024).- Un abad de Tierra Santa criticó a la comunidad internacional, acusando a la gente de tratar la crisis “como si fuera un simple juego”, en lugar de responder a las necesidades urgentes de las familias atrapadas en una “situación terrible”.
El abad Nikodemus Schnabel de la Abadía Benedictina de la Dormición de Jerusalén dijo a la organización benéfica católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) que es importante mirar el conflicto desde una perspectiva cristiana.
Abbot Schnabel dijo: “La gente está muriendo mientras el mundo mira como si fuera un simple juego, donde uno agita banderas de un equipo u otro. Pero ésta es una situación terrible. Esto no es un partido de fútbol y no se trata de sumar puntos, ver quién tiene las historias más impresionantes o las mejores imágenes».
Y añadió: “En este momento vivimos en un entorno muy polarizado, hay mucha presión para elegir un bando y hacer acusaciones, pero si lo haces, te conviertes en parte de este juego. La realidad es muy complicada, con muchas ‘notas a pie de página’, ‘corchetes’ y ‘paréntesis’”.
El abad explicó: “No soy ni pro Israel ni pro Palestina. Soy prohumano. Ésta es mi posición teológica”. Destacó la importancia de la creencia –compartida por cristianos, judíos y musulmanes– de que todo ser humano es creado a imagen de Dios y merece respeto y dignidad, independientemente de su nacionalidad o religión.
El abad Schnabel dijo que había mucha retórica peligrosa en ambos lados del conflicto y añadió: “No hablan de seres humanos. Dicen que no son personas, son monstruos, bestias con forma humana. Existe una peligrosa tendencia a deshumanizar al ‘otro’. Hablan de «neutralizar» a la gente, no dicen «matar». Hablan de víctimas al referirse a las víctimas, como si fueran meras estadísticas; ocultan el hecho de que se trata de seres humanos que mueren a manos de otros seres humanos”.
Destacó los desafíos que enfrenta la comunidad cristiana de Tierra Santa, sacudida por décadas de división, violencia y conflicto político. Dijo: “Mucha gente piensa que Israel y el judaísmo son la misma cosa, que son lo mismo que el mundo occidental y que los palestinos son iguales al Islam y al mundo oriental. Pero aunque son sólo un pequeño porcentaje, estimado en alrededor del 2 por ciento de la población, los cristianos no encajan en este orden y sufren entre las divisiones que se han intensificado a causa de la guerra. La verdad es que somos víctimas de ambos lados».
El abad añadió: “Tengo la sensación de que algunas personas piensan que sin los cristianos las cosas serían más sencillas, porque entonces realmente nos quedaríamos con esta maravillosa representación en blanco y negro del conflicto. Pero los cristianos están presentes, y en ambos lados, lo que complica la narrativa de una clara división entre fuerzas opuestas».
El abad Schnabel destacó que, a pesar de ser en gran medida ignorada y marginada, la comunidad cristiana en Tierra Santa tiene un papel importante porque es el único grupo religioso que coloca el mensaje del perdón y la compasión en el centro de su enseñanza.
Dijo: “Sentimos el dolor y sufrimos con la gente de ambos lados. Derramamos lágrimas por ambas partes”.
Y concluyó: “Mi punto de referencia es la Sagrada Escritura, la Biblia, ahí aprendí de mi Señor Jesucristo que debo orar por los que me odian, orar también por los que cometen delitos. Es un escándalo decir esto hoy en día, pero rezo por los terroristas y por todos los demás implicados en el conflicto».
ACN ha proporcionado ayuda de emergencia (cupones de comida, medicamentos vitales y ayuda con los costes de vivienda y matrícula) a más de 3.400 cristianos en Tierra Santa que han perdido sus medios de vida debido al impacto económico del conflicto.
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