(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 20.04.2024).- El Papa Francisco recibió en audiencia privada a los seminaristas y equipos formadores del Seminario Metropolitano y el Seminario Redemptoris Mater de Sevilla, acompañados del arzobispo monseñor José Ángel Saiz Meneses. El encuentro, celebrado en la Sala Clementina de los Palacios Apostólicos el sábado 20 de abril, comenzó a las diez de la mañana y se extendió durante unos cincuenta minutos.
“Han recibido una llamada del Señor”
El Santo Padre ha agradecido la visita de la delegación hispalense, a cuyos miembros ha animado “a vivir estos días con asombro y gratitud por el don de la fe que nos transmitieron los apóstoles”. El Papa ha enmarcado el encuentro “a las puertas de un día muy significativo: el domingo del Buen Pastor, que celebramos mañana”, y, dirigiéndose a los seminaristas, les ha recordado que “han recibido una llamada del Señor, y con la ayuda de sus formadores se están preparando para ser pastores según el Corazón de Cristo”.
En su discurso, el papa Francisco ha destacado cuatro aspectos de la etapa formativa de los seminaristas: “la vida espiritual, el estudio, la vida comunitaria y la actividad apostólica”, y ha subrayado la urgencia de su integración “para llegar a ser sacerdotes cabales y responder a la vocación recibida, en la entrega total a Dios y a los hermanos, especialmente a los que más sufren”. En palabras del Santo Padre, “esta integración es necesaria, diría que es urgente, para llegar a ser sacerdotes cabales y responder a la vocación recibida, en la entrega total a Dios y a los hermanos, especialmente a los que más sufren”.
El Papa destaca la enseñanza del beato Marcelo Spínola
En este punto ha recordado la figura del beato cardenal Marcelo Spínola, “uno entre tantos santos pastores que tuvo esa tierra andaluza a lo largo de la historia”. “Este beato, maestro de sacerdotes, decía: «Virtud y ciencia son las dos cosas que deben enseñarse con preferencia a los aspirantes al sacerdocio, pues la ciencia sin virtud hincha y no edifica y la virtud sin ciencia edifica, pero no instruye». Esto significa, como decíamos, que todo en el sacerdote —oración, estudio, fraternidad, misión— va unido”.
El Papa ha concluido su discurso al Seminario de Sevilla con un consejo: “Aprovechen bien este tiempo intenso de formación, con el corazón en Dios, con las manos abiertas y una gran sonrisa para repartir la alegría del Evangelio a cuantos se encuentren con ustedes”
Al término de su intervención, el Santo Padre ha abierto un tiempo de diálogo con los futuros sacerdotes de la archidiócesis andaluza, a los que ha respondido con naturalidad sobre cuestiones relativas a la formación y a la misión del presbítero hoy.
“Evitar el peligro de la mundanidad espiritual”
Tras la audiencia, el arzobispo de Sevilla ha reconocido ante los medios de comunicación la emoción de toda la delegación sevillana “por haber escuchado la palabra del Sucesor de Pedro, que nos ha confirmado en la fe, en la vocación y en la misión”. Monseñor Saiz Meneses ha afirmado que el Papa “nos ha regalado un discurso precioso sobre la formación humana, espiritual, intelectual, pastoral, comunitaria, sobre el asombro que no debe dejar de producirse en nuestra vida y en nuestro día a día por la irrupción del Señor en nuestra existencia, llamándonos a ser colaboradores suyos en la implantación de su Reino, con algunos subrayados preciosos sobre la alegría y el buen humor que debe reinar en nuestra vida sacerdotal”.
Ha querido destacar igualmente cómo el Santo Padre “nos ha llamado a evitar el peligro de la mundanidad espiritual que puede irse introduciendo y que, bajo formas muy correctas, el fondo es estéril. Por eso -ha añadido- nos ha insistido en la unión con Jesucristo, la entrega a Él y la entrega al Pueblo que nos ha encomendado”.
Por su parte, el rector del Seminario Metropolitano, Andrés Ybarra, ha destacado que se han encontrado con “una persona muy de Dios, que nos ha transmitido al Dios que lleva en su corazón y nos pone en el camino del sacerdocio y de la misión y de la entrega al Señor con muchísima alegría”. El rector del Redemptoris Mater, Ramón González, ha subrayado que “Francisco lleva en sus hombros el peso de la Iglesia con la fuerza de Jesucristo y está al pie del cañón para animarles, para que se entreguen al cien por cien”. “Cuando volvamos, tendremos que profundizar en todas las sugerencias que nos ha dado y haciéndolas vida”, ha añadido.
“Su cercanía es un regalo para nosotros”
Uno de los seminaristas que han asistido a la audiencia papal es Javier Llorente, que ha calificado la jornada como “una experiencia única que refuerza nuestro sentido comunitario”. Llorente se ha mostrado emocionado a la salida de las dependencias pontificias y ha señalado que “los seminaristas son la debilidad del Papa Francisco y da consejos de padre. Su cercanía es un regalo para nosotros”.
Otro de los seminaristas que han valorado el encuentro con el Santo Padre es Pablo Franco: “Voy a recordar siempre este momento porque he tenido la oportunidad de preguntarle una inquietud que tengo en el corazón y me ha ayudado mucho. Me ha animado a seguir adelante en mi vocación con alegría sin perder la sonrisa y confianza en el Señor. Para mí, Francisco es un auténtico testimonio”.
***
A continuación el texto completo del saludo del Papa a los seminaristas:
***
Queridos hermanos:
Me alegra recibir a las comunidades del Seminario Metropolitano y del Seminario “Redemptoris Mater” de Sevilla que, junto con su arzobispo, Mons. José Ángel Saiz Meneses, han venido en peregrinación a la tumba del apóstol Pedro. Les agradezco esta visita y los animo a vivir estos días con asombro y gratitud por el don de la fe que nos transmitieron los apóstoles.
Nuestro encuentro está a las puertas de un día muy significativo: el domingo del Buen Pastor, que celebramos mañana. Ustedes, seminaristas, han recibido una llamada del Señor, y con la ayuda de sus formadores se están preparando para ser pastores según el Corazón de Cristo.
En otras ocasiones he dicho a los seminaristas que este camino de configuración con Jesús buen pastor tienen que hacerlo cuidando cuatro aspectos: la vida espiritual, el estudio, la vida comunitaria y la actividad apostólica.
Esta integración es necesaria, diría que es urgente, para llegar a ser sacerdotes cabales y responder a la vocación recibida, en la entrega total a Dios y a los hermanos, especialmente a los que más sufren. A este propósito, quisiera destacar la figura de uno entre tantos santos pastores que tuvo esa tierra andaluza a lo largo de la historia, la del beato cardenal Marcelo Spínola y Maestre, que ustedes bien conocen. Este beato, maestro de sacerdotes, decía: «Virtud y ciencia son las dos cosas que deben enseñarse con preferencia a los aspirantes al sacerdocio, pues la ciencia sin virtud hincha y no edifica y la virtud sin ciencia edifica, pero no instruye». Esto significa, como decíamos, que todo en el sacerdote —oración, estudio, fraternidad, misión— va unido.
Queridos seminaristas, aprovechen bien este tiempo intenso de formación, con el corazón en Dios, con las manos abiertas y una gran sonrisa para repartir la alegría del Evangelio a cuantos se encuentren con ustedes. Que Jesús los bendiga y la Virgen de los Reyes los acompañe. Muchas gracias.
Gracias por leer nuestros contenidos. Si deseas recibir el mail diario con las noticias de ZENIT puedes suscribirte gratuitamente a través deeste enlace.