(ZENIT Noticias / Aparecida, 23.04.2024).- La 61ª Asamblea General de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) concluyó el viernes 19 de abril de 2024 con la Celebración Eucarística celebrada en el Santuario Nacional de Nuestra Señora de Aparecida.
La ceremonia con Laudes fue presidida por el arzobispo de Porto Alegre (RS) y presidente de la CNBB, Monseñor Jaime Spengler, y contó con la concelebración de los demás miembros de la presidencia de la Conferencia: Monseñor João Justino de Medeiros Silva, arzobispo de Goiânia (GO) y primer vicepresidente; Monseñor Paulo Jackson Nóbrega de Sousa, arzobispo de Olinda y Recife (PE) y segundo vicepresidente; y Monseñor Ricardo Hoerpers, obispo auxiliar de Brasilia (DF) y secretario general.
Los presidentes de las 19 regiones de la CNBB, que también integran el Consejo Permanente de la Conferencia, participaron en la procesión de ingreso, junto a los miembros de la presidencia, fortaleciendo la unión y representación de las diferentes regiones de Brasil en la asamblea.
“¿Quién eres tú, Señor?”
Durante su homilía, Dom Jaime destacó puntos importantes para los obispos presentes y para la comunidad católica en general.
Comenzó con una pregunta significativa: “¿Quién eres, Señor?” Esta pregunta, según él, sigue interpelando a todos, especialmente a aquellos que se consideran seguidores de Jesús.
El presidente de la conferencia destacó la importancia de “caminar por el hombre”, afirmando que ese es el motivo y motivación de todas las actividades pastorales y cotidianas de las comunidades y de la CNBB. Mencionó que “caminar por el hombre” es la esencia de nuestras actividades, compromiso y dedicación, enfatizando el compromiso con la causa humana, guiados por el Evangelio.
“¡Camina por el hombre! Este es el motivo, la motivación de todas nuestras actividades, el compromiso, la dedicación. ¡Por la causa de la humanidad, iluminada por el Evangelio, comprometemos nuestra juventud, nuestra fuerza y nuestra vida! He aquí el porqué de las diversas iniciativas pastorales que caracterizan nuestras iniciativas, la vida cotidiana de nuestras comunidades, de nuestra Conferencia”.
Además, el arzobispo destacó que la encarnación de Dios entre los hombres crea una unión íntima entre lo divino y lo humano, haciéndonos partícipes del misterio divino. Destacó que “la fe no puede separarse de la defensa de la dignidad humana, la evangelización de la promoción de una vida digna, la espiritualidad del compromiso con la dignidad de todos los seres humanos”.
Al final de su homilía, Don Jaime agradeció a todos los participantes y colaboradores de la Asamblea, reconociendo su dedicación y compromiso. También animó a los obispos a continuar el trabajo iniciado en la Asamblea, animando a las comunidades a participar activamente en los procesos vividos durante el evento.
Bajo la intercesión materna de la Patrona de Brasil, los obispos reunidos en torno a la imagen de Nuestra Señora de Aparecida expresaron su agradecimiento por los días de convivencia, oración, diálogo y trabajo de la asamblea, consagrando el ministerio episcopal, las diócesis, las oficinas regionales, los sacerdotes y todos los agentes pastorales que colaboran en la evangelización de la Iglesia en Brasil.
Los obispos consagraron las iglesias locales a la Madre Aparecida y agradecieron a la 61ª Asamblea General de la CNBB por los buenos avances.
Con información de la CNBB.
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