(ZENIT Noticias / Bukavu, 23.04.2024).- Los obispos congoleses han pintado un panorama desgarrador de los graves desafíos que enfrenta la población debido al conflicto armado interno y la explotación internacional.
En una declaración, cuya copia fue enviada a la organización católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), los seis obispos de la provincia eclesiástica de Bukavu en la República Democrática del Congo (RDC) pidieron a los líderes de la nación que sirvan a su pueblo y “deja de gobernar el país como si fuera tu dominio privado”.
Los obispos criticaron al gobierno congoleño por abandonar a la población y a la comunidad internacional por “saquear” el país.
Unas 120 milicias han estado luchando por el territorio y los recursos naturales en las regiones orientales de la República Democrática del Congo desde 1996, matando a seis millones de personas y provocando el desplazamiento de más de otros seis millones, según la ONU.
Las provincias de Kivu del Norte e Ituri llevan tres años bajo la ley marcial, lo que otorga al ejército congoleño poderes adicionales para administrar los territorios mientras lucha contra grupos armados como las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) –afiliadas a Daesh (ISIS)– y el Movimiento 23 de Marzo. (M23).
En su declaración del 14 de abril, los obispos de Bukavu, Butembo-Beni, Goma, Kasongo, Kindu y Uvira denunciaron la “inseguridad que se ha vuelto endémica con su estela de asesinatos cometidos a plena luz del día, masacres y secuestros de pacíficos congoleños”. ciudadanos de nuestras ciudades y pueblos”.
Continuaron condenando “el cerco de la ciudad de Goma por el M23 apoyado por Ruanda”, “la parálisis de la economía mediante una estrategia de aislamiento y asfixia de comunidades urbanas grandes y pequeñas” y las “administraciones paralelas en zonas bajo el control control de grupos armados”.
Agregaron que los conflictos por la tierra a menudo se ven exacerbados por una “abuso de confianza entre la población civil y el ejército” y por “decisiones judiciales injustas, incluidas las relativas a iglesias y escuelas”.
Los obispos explicaron que algunas parroquias han tenido que cerrar debido a la inseguridad y dijeron que la gente ha sido abandonada por sus líderes.
Escribieron: “Cuando escuchamos a nuestro pueblo hablar de la fuente de nuestro sufrimiento interminable, llegamos a la conclusión de que todo esto sucede porque el Estado congoleño está muerto, que nosotros, los gobernados, hemos sido abandonados a nuestra triste suerte, y que No hay indicios de que los líderes actuales tengan alguna preocupación por el bienestar de aquellos a quienes gobiernan”.
La declaración también pide a la comunidad internacional «comprender de una vez por todas que la República Democrática del Congo no está en venta ni para ser explotada ilegalmente», haciendo referencia al mensaje del Papa Francisco a principios de 2023 en el que pedía a las empresas multinacionales que quitaran las «manos de encima» de la República Democrática del Congo y África.
Los obispos resaltaron el heroísmo de los sacerdotes y religiosos que llevan a cabo su misión en territorios controlados por las milicias, añadiendo que la mayoría de la población ve a la Iglesia católica “como una institución que defiende incansablemente los intereses del pueblo”.
Subrayaron que la Iglesia continúa llevando a cabo su misión de caridad y ayuda “entre los desplazados, que sólo en las diócesis de Butembo-Beni y Goma superan los dos millones”.
Concluyeron: “Que podamos reconstruir nuestro hermoso país por la intercesión de la Virgen María, madre del Resucitado y Reina de la paz”.
El padre Henri Chiza Balumisa, vicario general de Goma, en el este de la República Democrática del Congo, dijo a ACN: “Estamos agradecidos a nuestros hermanos sacerdotes que viven en situaciones difíciles, arriesgando sus vidas y afligidos por el miedo…
“Están aquí para compartir el sufrimiento del pueblo. Es en estos momentos de sufrimiento que la Iglesia quiere ser la sal de la tierra”.
El padre Balumisa afirmó que los cristianos de su diócesis se sienten abandonados por el resto del mundo, pero no por los benefactores de ACN.
Y agregó: “Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer a ACN, que se destaca por su apoyo, por su presencia y esfuerzo en apoyar nuestra labor pastoral a través de estipendios de misas para mejorar la calidad de vida de los sacerdotes, y que acompaña a los sacerdotes. de nuestra diócesis en su apostolado”.
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