(ZENIT Noticias / Luxemburgo, 12.08.2024).- Lo que comenzó como una investigación centrada en un empleado de Cáritas Luxemburgo, presuntamente implicado en un desvío de fondos, ha evolucionado en una indagación más amplia que apunta a actores externos. La fiscalía de Luxemburgo, en su declaración del 6 de agosto, sugirió que las transferencias fraudulentas, que ascienden a 61 millones de euros, podrían estar vinculadas a una modalidad de estafa conocida como «fraude del presidente». Este tipo de fraude se basa en la manipulación de empleados clave para realizar transferencias de dinero bajo falsas pretensiones.
Según se ha informado, las sumas desviadas fueron transferidas a cuentas en España en montos inferiores a 500.000 euros entre febrero y julio de este año, lo que indica un proceso sistemático de estafa. Aunque los detalles precisos sobre cómo se llevó a cabo el fraude aún no han sido confirmados por las autoridades, el caso ha generado una tormenta mediática en Luxemburgo y ha levantado serias dudas sobre la supervisión de las organizaciones benéficas en el país.
El impacto del escándalo en Cáritas Luxemburgo ha sido significativo. La organización, que emplea a casi 500 personas y opera tanto en Luxemburgo como en otros 10 países, enfrenta ahora una crisis de confianza. Ante la incertidumbre sobre su capacidad para seguir pagando salarios y mantener sus servicios, Cáritas anunció el 31 de julio la creación de un comité de crisis liderado por Christian Billon, ex auditor colegiado, con el objetivo de restaurar la credibilidad de la organización. Además, PwC Luxembourg ha sido contratada para llevar a cabo una auditoría exhaustiva que esclarezca los hechos.
El gobierno luxemburgués, por su parte, ha tomado una postura firme. El primer ministro Luc Frieden, en una reunión con altos funcionarios del gobierno, declaró que Cáritas no recibirá más fondos públicos hasta que se aclare la situación. Se ha formado un comité de seguimiento para abordar las implicaciones legales y prácticas del caso, y se están considerando diversas opciones para asegurar la continuidad de los servicios que Cáritas presta en nombre del estado.
El escándalo también coincide con la próxima visita del Papa Francisco a Luxemburgo, programada para el 26 de septiembre. Durante su visita, el Papa se reunirá con el primer ministro, el Gran Duque Enrique y la comunidad católica en la Catedral de Notre-Dame. La Arquidiócesis de Luxemburgo, encabezada por el cardenal Jean-Claude Hollerich, ha seguido de cerca la crisis en Cáritas, aunque no ha emitido comentarios públicos al respecto.
Este caso ha desencadenado un amplio debate en Luxemburgo sobre la necesidad de una mayor transparencia y control en la gestión de organizaciones que manejan fondos públicos, especialmente aquellas que, como Cáritas, juegan un papel crucial en la asistencia a los más necesitados.
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