(ZENIT Noticias / Jerusalén, 15.09.2024).- Una excavación reciente en Jerusalén desenterró unos escalones cubiertos durante más de 2.000 años en el estanque de Siloé, conectados a las calles y piedras sobre las que caminó Jesús hace 2.000 años.
Es un sitio arqueológico y bíblico muy apreciado en la zona y que será abierto al público en los próximos meses.
La IAA, Autoridad de Antigüedades de Israel, confirmó la noticia en un comunicado de prensa sobre el trabajo en el barrio de Har Hotzvim de Jerusalén. El hallazgo fue respaldado por la Bas, la Sociedad de Arqueología Bíblica, el 5 de agosto. Las excavaciones hallaron unas losas en obras encargadas por el rey Herodes el Grande en la época del Segundo Templo.
Las enormes piedras de dos toneladas y media se utilizaron como pavimento en la Ruta de Peregrinación que se excava en la Ciudad de David, camino de piedra con 2.000 años de historia que conecta el Templo judío con el Estanque de Siloé, donde Cristo sanó a un ciego.
Según los registros históricos, el estanque de Siloé se construyó hace 2.700 años y funcionaba como parte importante del sistema de agua para servicio de Jerusalén desde el siglo VIII a. C. Los expertos estiman que esta estructura tuvo muchos procesos de construcción. Con el tiempo, se desgastó y quedó cubierta por escombros y otras construcciones. Se excavada y se preserva actualmente.
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