(ZENIT Noticias / Roma, 15.09.2024).- Una de las preguntas que el Papa Francisco contestó durante la rueda de prensa a los periodistas en el vuelo de regreso de Singapur a Roma giró en torno a las elecciones presidenciales de noviembre próximo en Estados Unidos. La pregunta no tenía que ver con el viaje pastoral del Papa, sin embargo el Pontífice aceptó contestarla.
Anna Matranga, periodista de CBS News, preguntó al Papa:
Usted siempre ha hablado en defensa de la dignidad de la vida. En Timor Oriental, que es un país con una tasa de natalidad muy alta, usted dijo que sentía que la vida latía y estallaba por la gran cantidad de niños. En Singapur habló en defensa de los trabajadores inmigrantes. Ante las próximas elecciones en Estados Unidos, me gustaría preguntarle: ¿qué consejo puede dar a un votante católico que tiene que decidir entre un candidato que está a favor del aborto y otro que querría deportar a 11 millones de migrantes?
El Papa fue claro y contestó: “Ambos están en contra de la vida, tanto el que echa a los emigrantes como el que mata a los niños. Ambos están en contra de la vida”. A continuación el Papa subrayó que él “no puedo decir, no soy de Estados Unidos, no voy a votar allí. Pero seamos claros: tanto el no dar a los migrantes la posibilidad de trabajar como el no brindarles acogida es un pecado, es grave”.
A continuación se detuvo en el tema migratorio a partir de lo que él recuerda de la Biblia: “En el Antiguo Testamento hay un estribillo: el huérfano, la viuda y el extranjero, es decir, el migrante. Estos tres son los que el pueblo de Israel debe proteger. Quien no cuida al migrante comete una falta, es un pecado, un pecado también contra la vida de esas personas. Celebré la Misa en la frontera, cerca de la diócesis de El Paso. Había muchos zapatos de migrantes, terminaron mal allí. Hoy hay una corriente de migración dentro de Centroamérica, muchas veces son tratados como esclavos porque se aprovechan de ellos. La migración es un derecho que ya estaba en la Sagrada Escritura y en el Antiguo Testamento. El extranjero, el huérfano y la viuda, no lo olviden. Esto es lo que yo pienso sobre los migrantes”.
Pero el Papa también retomó el tema del aborto recordando que “la ciencia dice que en el mes de la concepción están todos los órganos de un ser humano, todos. Abortar es matar a un ser humano. Te guste o no te guste la palabra, pero es matar. La Iglesia no se cierra porque no permite el aborto, la Iglesia no permite el aborto porque mata. Es un asesinato, ¡es un asesinato!”.
Papa Francisco puntualizó y dijo que “en esto debemos ser claros: alejar a los migrantes, no dejarlos desarrollarse, no dejarlos tener vida es algo malo, es maldad. Alejar a un niño del pecho de su madre es un asesinato, porque hay vida. Y sobre estas cosas hay que hablar claro. “No, pero sin embargo…”. Nada de “peros”, ambas cosas son claras. El huérfano, el forastero y la viuda: no olvidar eso”.
La periodista de CBS News retomó la palabra y planteo otra pregunta relacionada con la anterior: “¿Pueden existir circunstancias en las que sea moralmente admisible votar a un candidato favorable a la interrupción de la vida?”. Y a eso el Papa dijo que “En la moral política, por lo general se suele decir que no votar es malo, no es bueno. Hay que votar y hay que elegir el mal menor. ¿Quién es el mal menor? ¿Esa señora o ese señor? No lo sé, que cada uno en conciencia piense y haga esto”.
En definitiva, el Papa anima a votar eligiendo el mal menor. Las encuestas revelan que los católicos latinos se inclinan más por Kamala Harris (más las mujeres que los hombres), mientras que la población católica blanca se inclina más por Trump.
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