(ZENIT Noticias / Roma, 22.09.2024).- En octubre, tendrá lugar la segunda parte del sínodo sobre sinodalidad cuya primera parte se celebró en octubre de 2023. Monseñor Vincenzo Zhan Silu es uno de los participantes invitados por el Papa. Se trata de un obispo chino sobre el cual pesaba una ex comunión por haber sido ordenado obispo sin mandato. La excomunión se ha retirado, la Santa Sede le ha reconocido y estará presente del 2 al 27 de octubre en el Vaticano.
En efecto, su nombre aparece en la lista de los 368 miembros del Sínodo nombrados por el sumo Pontífice, dada a conocer el 16 se septiembre en la rueda de prensa realizada en Santa Sede.
El obispo Zhan Silu fue nombrado por el Papa Francisco en sustitución de Mons. Anthony Yao Shun, obispo de Jining, presente el año pasado. En cuanto al motivo del cambio el Cardenal Hollerich declaró que «la Secretaría de Estado nos ha comunicado los nombres, pero no tenemos más información al respecto».
Parece que la designación de Mons. Zhan Silu, en lugar de Mons. Yao Shun, vino de los organismos oficiales de la comunidad católica china, controlados por las autoridades de Pekín. Zhan Silu es obispo de Mindong, tiene 63 años y es uno de los ocho prelados ordenados ilícitamente que el papa excomulgó por no respetarse el Acuerdo Provisional entre la Santa Sede y la República Popular China sobre el nombramiento de obispos.
Fue ordenado obispo el 6 de enero de 2000 sin el mandato del Papa en una ceremonia realizada en Pekín. El Papa Francisco retiró la excomunión tras un acuerdo provisional alcanzado el 22 de septiembre de 2018 entre China y el Vaticano, acuerdo sobre el reconocimiento del Vaticano a los obispos nombrados por las autoridades comunistas.
Mons. Zhan Silu es obispo en la provincia de Fujian, zona con gran presencia católica en China, donde Mons. Vincenzo Guo Xijin no accedió a registrarse en los organismos oficiales controlados por el partido y que, en octubre de 2020, según la intención de la Santa Sede, debería haber apoyado a Mons. Zhan Silu como obispo auxiliar. Retirado a una vida de oración, Mons. Guo Xijin, actualmente de 66 años, se refirió a sí mismo en una carta abierta como «estúpido» y «sinvergüenza», incapaz de mantenerse al día con los tiempos y con el estilo «de la Iglesia en China y directamente en nuestra diócesis».
Luego el Vaticano reconoció la ordenación de los obispos y los confirmó en sus diócesis en el contexto de las relaciones actuales de la Iglesia en China y las concesiones que el Papa ha hecho para aliviar las tensiones con el gobierno del país asiático.
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