(ZENIT Noticias / Los Ángeles, 02.11.2024).- Mel Gibson concedió una entrevista a LifeSiteNews en la que revela que está trabajando en una serie de televisión sobre el asedio de Malta de 1565. Este asedio desembocó en la decisiva batalla de Lepanto de 1571 en la que el cristianismo frenó la conquista musulmana de las tierras cristianas.
Henry Sire, ex miembro de la Orden de Malta y autor de The Dictator, comentó sobre la batalla de 1565 que los Caballeros de San Juan resistieron el asedio del sultán Solimán durante cuatro meses. La importancia de la batalla es que Solimán decidió atacar a los Caballeros de San Juan u Orden Hospitalaria fundada en 1084, a quienes expulsó de la isla de Rodas en 1522: les concedió retirarse con honores de la guerra. Se establecieron en Malta.
Con más conquistas, Solimán destruyó Hungría, amenazó Viena y envió su armada al Mediterráneo occidental como gran amenaza a la Europa cristiana.
Gibson compartió con Movieweb.com algunos detalles más del proyecto: es «una serie limitada de televisión sobre el asedio de Malta, que es una historia increíble, y solo hay un lugar para filmar eso. Quiero decir, en Malta», pues «ahí es donde sucedió, en estas fortalezas donde 700 caballeros defendieron Malta contra un ataque de los turcos. Solimán envió 40.000 hombres y barcos y, vaya, los caballeros ganaron. Así que, bastante loco».
El padre Zacharias Portelli sacerdote de origen maltés, explicó que «la clave de esta victoria fue la dedicación de los Caballeros de San Juan, una orden religiosa de soldados fundada en la época de las Cruzadas para luchar por la causa cristiana contra el enemigo musulmán”. Los caballeros se ocuparon al cuidado de los enfermos y grupos que peregrinaban a Tierra Santa. Con el tiempo, asumieron carácter militar ante los ataques armados de los musulmanes.
Los otomanos ganaron la isla de Rodas a la Orden de los Caballeros de San Juan en 1522. El emperador Carlos cedió la isla Malta a los Caballeros en 1530, para que defendieran ese punto estratégico.
Los caballeros se mostraron reacios a aceptar Malta por su paisaje seco y de gariga o matorral abierto. Pero tenía dos puertos grandes en el lado norte donde podían atracar su flota. Los otomanos atacaron Malta en 1551 pero desistieron ante la firmeza de los Caballeros que se veían como defensores de la cristiandad, además de cuidadores de enfermos y peregrinos.
En el Fuerte de San Telmo, un grupo de soldados españoles sabían que iban a morir: las fuerzas que defendían Malta eran 6.500 personas con unos 500 Caballeros, mientras las fuerzas otomanas eran 50.000 hombres. La defensa de la isla con gruesos bastiones y fortalezas de piedra carecía de pólvora, pero tenía mucha fe en el corazón.
Con incesantes oraciones, el 8 de septiembre de 1565, fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María, los otomanos se relajaron y se alejaron. Habían sufrido grandes pérdidas y tenían pocas provisiones.
Terminado el asedio, los altos funcionarios de la Orden ofrecieron muchas acciones de gracias al Señor. El Gran Maestre celebró un solemne Te Deum. La Orden de San Juan nunca volvió a enfrentarse a una batalla de tal magnitud como el Gran Asedio, aunque apoyó la batalla de Lepanto de 1571 que supuso el declive naval de los otomanos en el Mediterráneo. Los Caballeros de San Juan gobernaron Malta hasta 1798.
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