(ZENIT Noticias / Buenos Aires, 13.11.2024).- En una transición que refuerza el perfil de crítica moderada hacia el Gobierno, el arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo, ha sido elegido presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA). Colombo, que sucede al obispo emérito de San Isidro, Oscar Ojea, liderará el organismo que representa a más de cien obispos de todo el país, manteniendo una línea de compromiso social que no teme expresar disconformidad frente a las políticas del Estado cuando considera necesario.
A lo largo de su carrera, Colombo, de 63 años y abogado egresado de la Universidad de Buenos Aires, ha sido un firme defensor de los derechos humanos. Formado por el reconocido obispo Jorge Novak, su trayectoria lo ha llevado a ocupar puestos en diversas diócesis, siendo en La Rioja donde se destacó por impulsar la beatificación de su predecesor, monseñor Enrique Angelelli, y otros mártires de la dictadura. Este perfil de Colombo, que mezcla el compromiso con una postura crítica, genera expectativas en cuanto a cómo se posicionará la Iglesia frente a un gobierno de ideología marcada y ante los complejos desafíos sociales del país.
Nuevo Equipo de Liderazgo: Un Reflejo de Diversas Vocaciones Pastorales
El nuevo equipo de conducción episcopal, elegido durante la asamblea en la casa de retiros “El Cenáculo” en Pilar, muestra una combinación de experiencia y diversidad pastoral. Acompañando a Colombo estará el arzobispo de Córdoba, cardenal Ángel Rossi, quien asume como vicepresidente primero. Rossi, conocido por su vasto trabajo solidario, representa el ala de la Iglesia dedicada a los sectores vulnerables, mientras que el obispo de Jujuy, Daniel Fernández, conocido por su rol conciliador en los conflictos sociales de su provincia, será el vicepresidente segundo. Como secretario general, el obispo auxiliar de San Isidro, Raúl Pizarro, de 51 años, aporta una perspectiva fresca a esta conducción renovada.
Prioridades de la Nueva Gestión: Críticas Sociales y Llamados al Diálogo
Uno de los desafíos que Colombo y su equipo deberán afrontar es la relación con el Gobierno. La reciente llegada de Javier Milei a la presidencia ha generado tensiones en diversos sectores, y la Iglesia ha adoptado un rol crítico, alzando su voz en temas de extrema sensibilidad. Durante el primer año de gobierno, los obispos denunciaron la retención de alimentos para comedores comunitarios en Buenos Aires y Tucumán, señalando la urgencia de atender las necesidades básicas de los sectores más desfavorecidos.
La posición de Colombo y sus colegas no será de confrontación directa, pero sí de una vigilancia crítica, exhortando al Estado a incluir en la distribución de recursos a todas las organizaciones sociales y religiosas. En sus mensajes, los obispos han instado a los dirigentes a moderar el tono de sus discusiones y adoptar una postura de diálogo que permita enfrentar los desafíos de pobreza y exclusión social que afectan a millones de argentinos.
Transparencia y Respuesta a la Crisis de Abusos
Uno de los puntos que marcó la apertura de la asamblea fue el llamado a una mayor transparencia dentro de la Iglesia. Oscar Ojea, en su mensaje final como presidente saliente, destacó la necesidad de que la Iglesia rinda cuentas sobre casos de abusos y gestione de manera clara sus recursos. Esta declaración, respaldada por Colombo, refleja el compromiso de la institución de enfrentar esta crisis interna con transparencia y responsabilidad.
Posible Visita del Papa y el Papel de la Iglesia en la Argentina
Colombo y su equipo también tienen la responsabilidad de colaborar en los preparativos para una posible visita del Papa Francisco a la Argentina en los próximos meses. El pontífice, que ha seguido de cerca la situación social y política de su país, podría reforzar el rol de la Iglesia en un momento en que la sociedad necesita mensajes de esperanza y reconciliación.
Una Conducción con Miras de Unidad y Transformación Social
La elección de Colombo es vista como una afirmación del compromiso de la Iglesia con un progresismo moderado, con capacidad de tender puentes y ser crítico cuando se trata de defender a los sectores más vulnerables. La renovación en los cargos, producto de las normas estatutarias de la CEA, plantea un cambio de rostros, pero no de dirección: la Iglesia sigue en su camino de compromiso social, cercanía a las necesidades del pueblo y búsqueda de diálogo con todos los sectores del país.
Con una línea que combina tradición y actualización, la nueva conducción de la Conferencia Episcopal Argentina mira al futuro con una agenda donde la justicia social, la transparencia y el acompañamiento espiritual serán los pilares que guiarán sus próximos pasos.
Gracias por leer nuestros contenidos. Si deseas recibir el mail diario con las noticias de ZENIT puedes suscribirte gratuitamente a través de este enlace.