(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 21.11.2024).- El Vaticano ha publicado la segunda edición del “Ordo Exsequiarum Romani Pontificis”, un libro litúrgico que detalla los ritos para el funeral de un Papa. Aprobada por el Papa Francisco el 29 de abril de 2024 y presentada oficialmente a él el 4 de noviembre, esta edición revisada incorpora actualizaciones significativas diseñadas para reflejar las sensibilidades teológicas y pastorales contemporáneas, manteniendo al mismo tiempo la continuidad con la tradición.
Una visión más sencilla y pastoral
El arzobispo Diego Ravelli, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, explicó que las revisiones tienen como objetivo simplificar y modernizar la liturgia para expresar mejor la fe de la Iglesia en la resurrección de Cristo. “El funeral del Romano Pontífice debe resaltar su papel como pastor y discípulo de Cristo, no como una figura de poder mundano”, afirmó.
Entre los cambios más notables se encuentra la eliminación del sistema tradicional de tres ataúdes (que antes estaba compuesto de ciprés, plomo y roble) y la colocación inmediata del cuerpo del Papa en un solo ataúd. El Papa fallecido reposará ahora para su veneración dentro de este ataúd, en lugar de sobre un féretro.
Además, la confirmación de la muerte, un ritual que antes se realizaba en la cámara privada del Papa, ahora tendrá lugar en su capilla. Los ritos actualizados enfatizan la naturaleza espiritual de la ocasión, alejándose de los elementos excesivamente ceremoniales para centrarse en la misión pastoral y apostólica del Papa.
Simplificación de las “Tres Estaciones”
Los ritos funerarios conservan su estructura tradicional de tres estaciones: la residencia del Papa, la Basílica de San Pedro y el lugar del entierro. Sin embargo, cada una de ellas ha sido perfeccionada:
- Primera Estación (Residencia): El cuerpo se coloca directamente en un ataúd en la capilla después de la confirmación de la muerte, eliminando un paso intermedio previo en el Palacio Apostólico.
- Segunda Estación (Basílica): El ataúd se cierra la noche anterior a la Misa funeral, que se lleva a cabo en la Basílica de San Pedro. Durante la veneración pública, el cuerpo se exhibirá dentro del ataúd abierto, en consonancia con las prácticas para los obispos diocesanos que se describen en el “Caeremoniale Episcoporum”.
- Tercera Estación (Entierro): Un entierro con un solo ataúd simplifica esta etapa, evitando la tradicional superposición de ataúdes. Además, los ritos ahora dan cabida a lugares de entierro fuera de la Basílica del Vaticano.
Un texto litúrgico refinado
El Ordo actualizado se sometió a una revisión integral de sus textos bíblicos, litúrgicos y de rúbricas. Las oraciones latinas se armonizaron con el Missale Romanum (2008) y la traducción de la Nova Vulgata, mientras que la versión italiana se alinea con el Missale Romanum (2020).
Se eliminaron las anotaciones musicales para permitir una mayor flexibilidad, aunque las referencias al Graduale Romanum guían la selección de los cantos gregorianos. También se hicieron ajustes a la Letanía de los Santos, cantada durante dos momentos clave: el traslado del cuerpo a la basílica y la conclusión de la Misa fúnebre. La Letanía revisada incluye a todos los santos celebrados en el Calendario General de la Iglesia, con un enfoque particular en los Papas santos.
Los Novendiales: Nueve días de duelo
Un capítulo dedicado aborda los Novendiales, los nueve días de Misas por el Papa fallecido que siguen al funeral. Esta edición amplía el número de formularios litúrgicos de tres a cuatro, basándose en las oraciones por los Papas y obispos fallecidos que se encuentran en el Missale Romanum.
A diferencia de su predecesora, la nueva edición excluye los textos del leccionario, proporcionando sólo referencias bíblicas. La omisión de materiales complementarios, como las anotaciones del canto gregoriano, refleja la intención del Vaticano de crear un volumen más centrado y fácil de usar.
Un puente entre la tradición y la renovación
La nueva edición refleja el compromiso del Vaticano de adaptar la liturgia del funeral papal a las necesidades contemporáneas, preservando al mismo tiempo sus ricas raíces históricas. Al enfatizar el papel del Papa como siervo de Cristo y simplificar los rituales complejos, la Iglesia busca presentar una celebración más accesible y espiritualmente resonante.
Como señaló el arzobispo Ravelli, “Este no es simplemente un libro litúrgico, sino una herramienta esencial para preparar y celebrar el funeral del discípulo de Cristo elegido como sucesor de Pedro”.
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