La exposición comenzó con una misa inaugural a la que asistieron más de 40.000 fieles.

La exposición comenzó con una misa inaugural a la que asistieron más de 40.000 fieles. Foto: dip_goa (X)

Exhiben reliquias de san Francisco Javier: multitudes se agolpan para verlas

La exposición comenzó con una misa inaugural a la que asistieron más de 40.000 fieles. La liturgia, presidida por el arzobispo Anil Joseph Couto de Delhi y acompañada por el cardenal Filipe Neri Ferrão de Goa y Damán, junto con cientos de clérigos, reflejó el espíritu de unidad que Javier defendió durante su ministerio.

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(ZENIT Noticias / Goa, 22.11.2024).- El 21 de noviembre, la histórica ciudad de la Vieja Goa cobró vida con devoción y celebración cuando comenzó la exposición de 45 días de las reliquias de San Francisco Javier, que marca una tradición de una década que atrae a millones de peregrinos a este refugio espiritual en el sur de la India. Este gran evento, profundamente entrelazado con la fe y la historia, honra al misionero jesuita cuya vida personificó la dedicación inquebrantable a la difusión del Evangelio en Asia.

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Peregrinación de los fieles

Durante 45 días, hasta el 5 de enero de 2025, las reliquias de San Francisco Javier estarán en exhibición en la icónica Catedral de Santa Catalina de Goa, después de una procesión solemne desde la Basílica del Buen Jesús. El tema de este año, “Somos mensajeros de la Buena Nueva”, que tiene como telón de fondo las celebraciones del Jubileo de la Iglesia Universal, subraya la relevancia atemporal de la misión de Javier.

La exposición comenzó con una misa inaugural a la que asistieron más de 40.000 fieles. La liturgia, presidida por el arzobispo Anil Joseph Couto de Delhi y acompañada por el cardenal Filipe Neri Ferrão de Goa y Damán, junto con cientos de clérigos, reflejó el espíritu de unidad que Javier defendió durante su ministerio.

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“San Francisco Javier fue un hombre en misión, que encarnó el coraje y la pasión del verdadero discipulado”, proclamó el arzobispo Couto en su homilía. Sus palabras desafiaron a los fieles a emular el fervor de Javier al vivir y difundir el Evangelio.

Una procesión moderna

Si bien la tradición antigua consistía en llevar el féretro de Javier en la mano, la exposición de este año adoptó un giro contemporáneo con un vehículo eléctrico, que combina practicidad con reverencia. Una cadena humana de 1.000 jóvenes acompañó la procesión, simbolizando la vitalidad duradera de la fe entre generaciones.

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El evento también contó con la presencia de dignatarios, entre ellos el gobernador de Goa, P. S. Sreedharan Pillai, y el ministro principal, Pramod Sawant, que rindieron homenaje a las reliquias, lo que refleja el profundo significado cultural y espiritual de este santo jesuita para la región.

Preparación para millones

Anticipando la llegada de casi ocho millones de peregrinos, el gobierno de Goa erigió 33 refugios para alojar a los visitantes, ofreciendo espacio para cientos de personas diariamente. Se han desplegado más de 700 agentes de policía para garantizar la seguridad y gestionar el tráfico, lo que pone de relieve la meticulosa planificación que hay detrás de un evento de esta escala.

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Los servicios devocionales, que incluyen misas diarias en konkani y en inglés, brindan a los peregrinos oportunidades de conectarse espiritualmente, ya que veneran al santo llamado cariñosamente “Gõycho Saib”, el Patrón de Goa.

Un santo de impacto global

Nacido en la nobleza española en 1506, el camino de San Francisco Javier, desde un seguidor renuente hasta un misionero ferviente, es un testimonio del poder transformador de la fe. Alentado por su amigo de la universidad, San Ignacio de Loyola, Xavier se unió a la Compañía de Jesús y dedicó su vida a la evangelización.

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En la India, predicó incansablemente, viviendo humildemente entre la gente y enseñando a los niños los principios del cristianismo. Su misión se extendió a Japón, donde alimentó a las primeras comunidades católicas, y finalmente a China, donde sucumbió a la enfermedad en la isla Shangchuan en 1552.

Los milagros asociados con las reliquias de Javier no han hecho más que profundizar su legado. Su cuerpo, exhumado un año después del entierro, fue encontrado incorrupto, lo que desató admiración y reverencia. A lo largo de los siglos, partes de su cuerpo se distribuyeron como reliquias: su brazo derecho se encuentra en Roma, e incluso un dedo del pie, que fue mordido por un ferviente devoto, está consagrado en Goa.

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Se espera que millones de personas honren al santo, por lo que la exposición es más que un evento: es un renacimiento espiritual que reaviva la llama de la fe a través de generaciones y continentes.

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