(ZENIT Noticias / Los Ángeles, 30.11.2024).- Disney ha retirado silenciosamente un episodio de su serie infantil “Moon Girl and Devil Dinosaur” que desató un debate generalizado por abordar la participación de un personaje transgénero en los deportes femeninos. El episodio, titulado “The Gatekeeper”, se centró en temas de inclusión e identidad, lo que provocó reacciones polarizadas de creadores, activistas y comentaristas políticos.
El episodio: Rompiendo barreras
En The Gatekeeper, Brooklyn, una compañera de clase transgénero de la protagonista Lunella Lafayette (también conocida como Moon Girl), enfrenta discriminación cuando un entrenador rival se niega a dejarla unirse al equipo de voleibol femenino. El viaje de Brooklyn se convierte en el núcleo emocional del episodio, destacando los desafíos que enfrentan los jóvenes transgénero en los deportes y la sociedad.
En un momento conmovedor, Brooklyn declara: «Soy trans. Mi propia existencia rompe las reglas de Greer… ¿Cuántas puertas más debo derribar antes de que dejen de cerrarlas en mi cara?». La narración presenta vívidos símbolos de orgullo y resiliencia, desde las rodilleras de Brooklyn estampadas con la palabra «ORGULLO» hasta una botella de agua adornada con una calcomanía que dice «Trans Is Beautiful».
El episodio culmina con un giro fantástico donde la antagonista, la entrenadora Greer, usa una llave mágica para atrapar a Brooklyn y sus compañeras de equipo, simbolizando las barreras impuestas por el prejuicio. Sin embargo, la historia termina con una nota de empoderamiento, con Brooklyn superando obstáculos con el apoyo de su entrenadora y sus compañeros.
Retractación corporativa
Poco después de su lanzamiento inicial, el episodio fue eliminado de las plataformas de Disney. Si bien no se emitió una declaración formal, las personas con información privilegiada sugieren que la decisión se debió a preocupaciones internas sobre las implicaciones políticas del episodio. Desde entonces, la eliminación ha generado fuertes críticas tanto dentro como fuera de la empresa.
Derrick Malik Johnson, guionista del programa, lamentó la decisión y afirmó: «La historia de Brooklyn fue un trabajo de amor para nuestro equipo, un reflejo de innumerables experiencias de la vida real. Verla borrada es devastador». De manera similar, Emmy Cicirega, una artista conocida por Gravity Falls, condenó la medida y acusó a Disney de priorizar la evitación de controversias por sobre la representación significativa.
Contexto político y reacciones culturales
La eliminación del episodio se produce en un momento de mayor tensión en torno a los derechos de las personas transgénero en los Estados Unidos. El presidente electo recientemente, Donald Trump, se ha comprometido a revertir las políticas inclusivas sobre la identidad de género en la educación y los deportes, revirtiendo las medidas implementadas por la administración Biden bajo el Título IX. Estos acontecimientos han amplificado los debates sobre la participación de las personas transgénero en el atletismo, convirtiendo al episodio en un punto álgido en batallas culturales y políticas más amplias.
El animador Matt Braly contextualizó la importancia del episodio, afirmando: «En una era de creciente retórica antitrans, historias como la de Brooklyn son más vitales que nunca. Humanizan experiencias que a menudo se reducen a temas de conversación políticos».
Por el contrario, los críticos argumentan que temas como la identidad de género no deberían aparecer en la programación dirigida a niños pequeños. Los grupos de defensa que se oponen a los temas del episodio aplaudieron la decisión de Disney, citando preocupaciones sobre la exposición de los niños a cuestiones sociopolíticas complejas.
Las implicaciones más amplias
La controversia en torno a “The Gatekeeper” subraya los desafíos que enfrentan las empresas de entretenimiento para navegar por la representación y la recepción pública. Con la programación infantil cada vez más intersectada con los debates culturales, plataformas como Disney se encuentran en la vanguardia de las batallas ideológicas.
Esta decisión también plantea preguntas sobre la responsabilidad corporativa en la narración: ¿el entretenimiento debería simplemente reflejar las normas sociales o debería desafiarlas y expandirlas?
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