(ZENIT Noticias / Jerusalén, 23.02.2025).- Ha surgido una muestra de unidad entre los líderes cristianos de Tierra Santa al denunciar colectivamente lo que describen como una «ejecución hipotecaria injusta» de propiedades pertenecientes al Patriarcado Armenio en Jerusalén. En una declaración enérgica, los Patriarcas y Jefes de Iglesias de la región han acusado al municipio de la ciudad de tomar medidas legalmente cuestionables y moralmente indefendibles contra una de las instituciones cristianas más antiguas de la Ciudad Santa.
La controversia surge de una supuesta deuda fiscal vinculada al impuesto municipal «Arnona», un cargo del que tradicionalmente han estado exentas las instituciones cristianas. Según los líderes cristianos, el municipio está haciendo cumplir una reclamación no verificada y exorbitante sin una revisión judicial adecuada, eludiendo un comité gubernamental creado específicamente para tratar estos asuntos.
«Es inconcebible que las instituciones cristianas, que durante siglos han salvaguardado la fe, servido a las comunidades y preservado el patrimonio sagrado de Tierra Santa, se enfrenten ahora a la amenaza de confiscación de sus propiedades debido a medidas administrativas que ignoran el debido proceso», declararon los líderes de la iglesia.
Una batalla más allá del Patriarcado Armenio
La disputa no se limita a la propiedad; representa una lucha más amplia sobre la presencia cristiana en Jerusalén y más allá. Los patriarcas y los líderes de la iglesia advierten que si las acciones de la ciudad no son cuestionadas, podría sentar un precedente peligroso para la expropiación de bienes de propiedad cristiana en todo Israel.
«El ataque a una Iglesia es un ataque a todas», enfatiza la declaración, subrayando las implicaciones más amplias de la medida. Los líderes de la iglesia ahora están pidiendo al Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y a otros altos funcionarios que intervengan de inmediato, congelen todos los procedimientos de ejecución hipotecaria y reanuden las negociaciones a través de los canales gubernamentales apropiados.
El propio Patriarcado Armenio ha emitido un llamamiento urgente antes de una audiencia administrativa crucial programada. Según su declaración, si se rechaza la petición que impugna la ejecución hipotecaria, podría allanar el camino para la confiscación inmediata de bienes, legitimando futuras confiscaciones de bienes religiosos en todo el país.
«Este es un claro intento del municipio de debilitar al Patriarcado Armenio mediante la presión económica, con el objetivo final de reducir su presencia en Tierra Santa», advirtió la iglesia.
¿Un esfuerzo sistemático para socavar las comunidades cristianas?
La disputa por la ejecución hipotecaria ha reavivado las antiguas preocupaciones entre los líderes cristianos sobre lo que describen como un esfuerzo coordinado para disminuir su presencia en Jerusalén. Señalan la creciente hostilidad de los grupos judíos extremistas, que han sido acusados de acosar al clero, profanar lugares cristianos y abogar por la expulsión total de los cristianos de la ciudad.
En abril de 2023, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, advirtió un marcado aumento de este tipo de incidentes desde que el actual gobierno de Netanyahu asumió el cargo en diciembre de 2022. Su coalición, ampliamente descrita como el gobierno más derechista de la historia de Israel, incluye figuras ultranacionalistas con abierta hostilidad hacia las instituciones cristianas.
Entre ellos se encuentra Itamar Ben-Gvir, líder del partido «Poder Judío», que tiene un historial de comentarios incendiarios contra los cristianos. Uno de sus aliados políticos, Bentzi Gopstein, se ha referido a los cristianos como «vampiros chupadores de sangre» y ha llamado a la Iglesia un «antiguo enemigo» que debería ser expulsado del país.
¿El fin de una presencia de 1.500 años?
El Patriarcado armenio advierte que más allá de la batalla legal inmediata, lo que está en juego es existencial. El documento destaca que su misión en Tierra Santa ha estado activa desde el siglo VII y que la presencia cristiana armenia en la región se remonta al siglo IV. Perder esta batalla, sostiene, podría acelerar la eliminación gradual de una comunidad entera con siglos de historia en Jerusalén.
La lista de firmantes que protestan contra la exclusión incluye representantes de casi todas las principales tradiciones cristianas de la región: líderes católicos de ritos latino, griego, siríaco y armenio; líderes ortodoxos de tradiciones griega, armenia, copta, siríaca, maronita y etíope; el Custodio franciscano de Tierra Santa; y líderes de las iglesias anglicana y luterana.
El caso ahora está en manos del poder judicial y el liderazgo político de Israel. Queda por ver si el gobierno atenderá los llamados urgentes de los líderes cristianos o permitirá que se lleve a cabo la exclusión. Lo que es seguro es que para muchos en la comunidad cristiana de Jerusalén, esto es más que una disputa legal: es una lucha por la supervivencia en la tierra del ministerio de Cristo.
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