(ZENIT Noticias / Roma, 02.03.2025).- El reporte médico del Papa distribuido a la prensa acreditada refleja, al día 16 de hospitalización de Francisco, que “el estado clínico del Santo Padre ha permanecido estable. El Papa no ha precisado ventilación mecánica no invasiva, sino sólo oxigenoterapia de alto flujo; está apirético”.
Sin embargo, “Dada la complejidad del cuadro clínico, el pronóstico sigue siendo reservado”, matiza el comunicado.
Se dice que por la mañana del domingo 2 de marzo, “el Santo Padre ha participado en la Santa Misa, junto a quienes le están cuidando durante estos días de hospitalización, y después ha alternado reposo y oración”.
Según consultas médicas realizadas por ZENIT, “La oxigenoterapia de alto flujo es un tratamiento médico que consiste en la administración de aire enriquecido con oxígeno a través de dispositivos especiales. Este tipo de terapia se utiliza principalmente en pacientes con insuficiencia respiratoria moderada o grave, donde los dispositivos de bajo flujo no son suficientes”.
El objetivo principal de la oxigenoterapia de alto flujo es mejorar la oxigenación tisular, tratar o prevenir la hipoxemia (baja concentración de oxígeno en la sangre), reducir el trabajo respiratorio y disminuir la presión arterial pulmonar. Los dispositivos de alto flujo pueden suministrar hasta 60 litros por minuto de oxígeno humidificado y calentado, lo que ayuda a mantener una adecuada humedad y temperatura del aire inspirado.
Este tratamiento es especialmente útil en situaciones de insuficiencia respiratoria aguda, como en pacientes con COVID-19, donde se ha demostrado que mejora la eficiencia respiratoria y la comodidad del paciente.
Como referimos en un artículo precedente, cuando se dice que una persona está apirética, significa que no tiene fiebre. La palabra «apirético» proviene del griego y se utiliza en el contexto médico para describir a alguien cuya temperatura corporal está dentro del rango normal, es decir, no presenta elevación de la temperatura, que es un síntoma común en muchas enfermedades infecciosas.
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