(ZENIT Noticias / Roma, 27.03.2025).- Con la llegada de la Semana Santa, el Vaticano mantiene la incertidumbre sobre la capacidad del Papa Francisco para presidir eventos litúrgicos clave, dada su recuperación en curso de una grave infección respiratoria. El Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, reconoció que el pontífice podría no ser capaz de gobernar la Iglesia como antes, sugiriendo que se deberán considerar alternativas para cumplir con su función.
El 27 de marzo, en un evento en Sacrofano, cerca de Roma, Parolin compartió que recibe continuamente mensajes de personas que rezan por la completa recuperación del Papa. «Quizás no pueda trabajar como antes, y en ese caso, debemos encontrar otras maneras para que continúe liderando la Iglesia», declaró.
Desde su alta hospitalaria el 23 de marzo, el Papa Francisco ha permanecido recluido en el Vaticano, evitando compromisos públicos. «Está descansando, no ve a nadie y, que yo sepa, no tiene audiencias programadas», confirmó Parolin. El objetivo, enfatizó, es darle al Papa el tiempo necesario para su recuperación. La única solución es mantener la calma y abstenerse de cualquier actividad pública por ahora.
A pesar de las preocupaciones sobre la salud del Papa, el Vaticano aún no ha aclarado cómo se llevarán a cabo las liturgias de Semana Santa. El programa oficial ya se ha publicado, pero no se ha nombrado a nadie para que las presida, lo que deja abierta la posibilidad de que Francisco no participe en persona. Fuentes del Vaticano sugieren que se está desarrollando un plan de contingencia, que posiblemente incluya a varios cardenales dirigiendo diferentes ceremonias en su lugar.
Parolin reconoció la incertidumbre, declarando: «Veremos si el Papa puede presidir las celebraciones o si delegará en ciertos cardenales para que actúen en su nombre». Dadas las recomendaciones médicas de al menos dos meses de convalecencia, parece probable un período más prolongado de actividad reducida para el pontífice.
A sus 88 años, el Papa Francisco ha enfrentado crecientes problemas de salud en los últimos años, incluyendo cirugías y hospitalizaciones. Su último episodio de neumonía bilateral ha planteado dudas sobre su capacidad a largo plazo para mantener las exigentes responsabilidades del papado. Si bien ha desestimado las especulaciones previas sobre su renuncia, la evolución de la situación podría requerir ajustes en su forma de ejercer su liderazgo.
Históricamente, el Vaticano ha gestionado con discreción los periodos de enfermedad papal, a menudo recurriendo al Colegio Cardenalicio para apoyar su gobernanza. Si la condición del Papa Francisco limita sus actividades durante un período prolongado, se podrían implementar medidas similares.
Más allá de las preocupaciones sobre la salud del Papa, el Cardenal Parolin también abordó los conflictos internacionales, reiterando la postura del Vaticano sobre Ucrania y Gaza. Instó a negociaciones «sin condiciones previas» para poner fin a la guerra en Ucrania, enfatizando la necesidad de soluciones diplomáticas.
Con respecto a Gaza, pidió moderación tanto a Hamás como a Israel, argumentando que ninguna de las partes ha mostrado la moderación necesaria para buscar la paz. «Creo que ambas partes deben ejercer una gran moderación, algo que ha faltado tanto en Hamás como en Israel», señaló.
Gracias por leer nuestros contenidos. Si deseas recibir el mail diario con las noticias de ZENIT puedes suscribirte gratuitamente a través de este enlace.