Reem Alsalem, Relatora Especial sobre la violencia contra las mujeres y las niñas Foto: C-Fam

Relatora oficial de Naciones Unidas y experta en derechos humanos quiere que se ponga fin a la gestación subrogada

Reem Alsalem, Relatora Especial sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, explicó que las madres subrogadas a menudo se enfrentan a coerción física y económica, riesgos para su salud y la negación de la privacidad y la vida familiar

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Rebecca Oas

(ZENIT Noticias – Center for Family and Human Rights / Nueva York, 26.10.2025).- Una experta en derechos humanos de la ONU, que ha denunciado la mercantilización de las mujeres y las niñas a través de la prostitución y la pornografía, también ha pedido la abolición de la gestación subrogada. Esto se incluye en su último informe a la Asamblea General.

Reem Alsalem, Relatora Especial sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, explicó que las madres subrogadas a menudo se enfrentan a coerción física y económica, riesgos para su salud y la negación de la privacidad y la vida familiar. Los niños nacidos en estos acuerdos sufren daños psicológicos al ser arrancados al nacer de la única madre que han conocido, y corren un mayor riesgo de ser víctimas de trata, apátridas o abandonados si los acuerdos de gestación subrogada fracasan.

“Aun así, los niños que nacen por gestación subrogada deben considerarse afortunados”, dijo Alsalem, “ya ​​que muchos embarazos subrogados son interrumpidos de manera arbitraria y forzosa, sin importar su etapa, únicamente a petición de los padres comitentes”.

Estableció comparaciones entre la gestación subrogada y su trabajo previo sobre la prostitución y la pornografía, afirmando que todas estas prácticas explotan a mujeres y niñas, especialmente a las pobres. Argumentó que todo esto es posible gracias a la complicidad de actores estatales y no estatales. Propuso un modelo abolicionista para erradicar la gestación subrogada, similar al que ha defendido con respecto a la prostitución (el llamado «modelo nórdico»), en el que se criminaliza a los compradores.

El informe de Alsalem recibió elogios de la ministra italiana de Familia, Eugenia Roccella, quien destacó la firme postura de su país contra la maternidad subrogada, tanto en Italia como cuando es practicada en el extranjero por ciudadanos italianos.

Australia, por el contrario, reconoció la explotación que ocurre en los mercados de gestación subrogada no regulados, pero insistió en que puede practicarse éticamente y ofrece un “camino seguro y compasivo hacia la paternidad” cuando está estrictamente regulado.

El representante de la Unión Europea tomó nota del informe de Alsalem y denunció las prácticas explotadoras relacionadas con la gestación subrogada, aunque sin llegar a condenar la práctica por completo, reconociendo la «diversidad de opiniones».

A principios de este mes, un grupo de miembros del partido conservador Patriotas por Europa en el Parlamento Europeo presentó una pregunta parlamentaria a la Comisión Europea reconociendo el informe de Alsalem y preguntando si la Comisión tiene la intención de “apoyar la adopción de una prohibición internacional de la gestación subrogada, de acuerdo con el principio de dignidad humana consagrado en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea”.

Antes de presentar su informe en la Asamblea General, Alsalem participó en un evento sobre la abolición de la gestación subrogada organizado por Italia, que la prohibió en 2024. En septiembre, Eslovaquia también prohibió la gestación subrogada y aprobó una ley para reconocer dos géneros determinados biológicamente: masculino y femenino.

Organizaciones de la sociedad civil, así como gobiernos nacionales, se han posicionado contra la gestación subrogada. Más de 180 organizaciones, entre ellas C-Fam, editora de Friday Fax, firmaron una carta conjunta reciente que exigía la abolición de la gestación subrogada y expresaba su apoyo al informe de Alsalem.

En su trabajo sobre la prostitución, la pornografía y la importancia del sexo biológico, Alsalem ha encontrado apoyo tanto entre feministas progresistas como conservadores, así como una fuerte oposición. Sin embargo, muchos de los grupos que promueven la ideología de género y la normalización del trabajo sexual no han adoptado una postura formal a favor de la gestación subrogada.

Reconociendo las controversias previas, Alsalem recordó a la Asamblea General que “el objetivo principal de ejercer este mandato no es ser popular”.

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Redacción Zenit

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