(ZENIT Noticias / Nueva York, 17.12.2024).- El 18 de diciembre de 2024, una pieza de la historia de la humanidad ocupará un lugar central en Sotheby’s en Nueva York cuando se subaste una rara tablilla de piedra que lleva una de las inscripciones más antiguas conocidas de los Diez Mandamientos. Esta reliquia de 52 kilos, originaria de la era romano-bizantina entre el 300 y el 800 d. C., representa un puente tangible hacia la antigüedad, que ofrece tanto misterio como un profundo significado cultural.
Descubierta hace más de un siglo en 1913 durante la construcción del ferrocarril en Israel, la tablilla de piedra soportó décadas de oscuridad y abandono. Inicialmente descartada, la losa de dos pies pasó años sirviendo como adoquín improvisado en el exterior de una residencia local. Su inscripción, escrita en escritura paleohebrea, pasó desapercibida durante tres décadas, hasta 1943, cuando un erudito la identificó como un importante decálogo samaritano, un artefacto que encarna mandamientos divinos centrales tanto para las tradiciones judía como cristiana.
Una tabla llena de preguntas
A diferencia de la imagen idealizada de Moisés descendiendo del Monte Sinaí con tablas de piedra prístinas, esta versión es sorprendentemente única. Los eruditos teorizan que la tabla puede haber adornado alguna vez la entrada a una sinagoga samaritana o una residencia privada antes de ser enterrada, posiblemente durante las invasiones romanas entre 400 y 600 d. C. o las Cruzadas del siglo XI.
Sin embargo, lo que realmente distingue a este artefacto es su contenido. Aunque se alinea estrechamente con los Diez Mandamientos tal como se los conoce en el judaísmo y el cristianismo dominantes, el texto presenta una divergencia notable: falta un mandamiento. Curiosamente, se omite la orden “No tomarás el nombre del Señor en vano”. En su lugar aparece una directiva para adorar en el Monte Gerizim, un lugar considerado sagrado por la comunidad samaritana.
Esta desviación resalta las tradiciones religiosas únicas de los samaritanos, un grupo con vínculos antiguos con los israelitas pero con perspectivas teológicas distintas. El misterio detrás de esta versión alterada plantea preguntas intrigantes sobre la dinámica cultural y religiosa de la época.
De la oscuridad al tesoro inestimable
El director global de libros y manuscritos de Sotheby’s, Richard Austin, describe la pieza como “una placa notable, no solo por su peso histórico sino por la profunda conexión que ofrece con el código moral fundacional de la civilización humana”. Su viaje, desde un adoquín olvidado hasta un preciado artefacto que podría alcanzar millones de dólares, refleja el poder perdurable de las reliquias antiguas para cautivar e inspirar.
La exposición previa a la subasta, que comenzó el 5 de diciembre, ya ha despertado el interés internacional de coleccionistas, historiadores e instituciones. Si bien Sotheby’s ha fijado una oferta inicial de un millón de dólares, los expertos prevén que el precio final podría superar los dos millones de dólares, ya que la procedencia única de la tablilla y su importancia cultural impulsan la puja competitiva.
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