(ZENIT – 18 abril 2019).- Francisco ha lavado los pies de 12 reclusos del Centro Correccional Velletri, situado a 60 kilómetros de Roma, en la tarde del Jueves Santo, 18 de abril de 2019, como «un gesto que nos ayude a ser más servidores el uno del otro», ha explicado en su homilía.
El Pontífice ha presidido, como es tradición, la celebración de la Misa en Coena Domini con el rito del lavatorio de pies, comenzando el Triduo Pascual. Después de la proclamación del Santo Evangelio, el Papa pronunció la homilía, dirigiéndose a todos los presentes: reclusos, trabajadores, policías y voluntarios.
Después de su reflexión, el Santo Padre ha lavado y besado los pies de 12 hombres, procedentes de cuatro países diferentes: 9 son italianos, 1 brasileño, 1 de Costa de Marfil y 1 de Marruecos.
El obispo, el que más sirve
En la homilía, Francisco explicó por qué ha lavado los pies de estas personas: «La Iglesia quiere que el obispo lo haga todos los años. Una vez al año al menos para el Jueves Santo para imitar el gesto de Jesús. También para hacer bien a sí mismo con este gesto. Porque el obispo no es importante, el obispo tiene que ser el que más sirve».
«Cada uno de nosotros debe servir a los otros», ha meditado Francisco. «Es una regla de Jesús, la regla del servicio, no de dominar, de hacer el mal… de humillar a los otros. Siempre hacer el servicio».
Predilección por los presos
Esta es la quinta vez que el Papa argentino elige a personas privadas de libertad para el lavatorio de pies.
El año pasado, en 2018, celebró en la prisión «Regina Coeli» en Roma. En 2017, el Papa Francisco fue a la prisión de Paliano en la provincia de Frosinone, dedicada a los colaboradores de la justicia. En 2016, había lavado los pies de doce refugiados en un centro de recepción para solicitantes de asilo y refugiados en Castelnuovo di Porto, al norte de Roma.
En 2015, celebró una misa en la Última Cena en la prisión Rebibbia de Roma, donde lavó los pies de detenidos y mujeres detenidas en la prisión de mujeres cercana. En los Jueves Santos de 2013 y 2014, el Papa celebró en la prisión de menores de Casal del Marmo y en el Centro para personas discapacitadas Santa María de la Providencia.
550 detenidos
El centro de detención, ubicado a una hora de la capital, se inauguró en 1991. Consta de dos pabellones de cuatro pisos, con 275 celdas que albergan a aproximadamente 550 detenidos (cifras oficiales de enero de 2018) y un departamento de policía.
A las 15:30 horas, el Santo Padre Francisco salió de la Casa de Santa Marta y se trasladó a la prisión del distrito de Velletri (Roma) para la celebración de la Santa Misa de la Cena del Señor.
A su llegada, alrededor de las 16:30 horas, el Romano Pontífice fue recibido por la directora de la instalación, Maria Donata Iannantuono; la vicedirectora, Pia Palmeri; la comandante de la policía penitenciaria, María Luisa Abossida, y el capellán, el padre Franco Diamante, y saludaron al personal civil, a la policía ya los detenidos.
El Santo Padre saludó a algunos representantes de personal civil, policías y presos. Luego, a las 16:45 horas, presidió la celebración de la misa en Coena Domini con el ritual de lavar los pies, el comienzo del Triduo Pascual, en la Sala de Teatro de la Prisión del Distrito.
Al final de la celebración, el Papa saludó al director de la prisión y se intercambiaron unos regalos. Después, el Santo Padre regresó al Vaticano.