(ZENIT –12 junio 2019).- El Papa Francisco ha continuado con la serie de catequesis sobre el Libro de los Hechos de los Apóstoles, indicando que “todo tiene origen en la Resurrección de Cristo, que es la fuente de vida nueva. Por eso los discípulos permanecen unidos y perseverantes en la oración, junto a María, la Madre de Jesús y de la nueva comunidad, en espera de recibir el Espíritu Santo”.
En la audiencia general de hoy, miércoles 12 de junio de 2019, el Papa ha hablado sobre dicha primera comunidad de cristianos, constituida por los 120 hermanos y hermanas.
Entre ellos se encontraban los 12 apóstoles, reducidos a 11 después de la traición de Judas durante la pasión.
“La vida y la bendición”
El Santo Padre ha explicado cómo, a pesar de que Judas recibió la gracia de formar parte de los elegidos por Jesús, «perdió de vista el horizonte de la gratuidad del don recibido y dejó entrar en su corazón el virus del orgullo; y de amigo se volvió enemigo de Jesús, traicionándolo”.
Los otros once, por su parte, escogieron “la vida y la bendición” y fueron los responsables de transmitirlas “de generación en generación, del Pueblo de Israel a la Iglesia”, dijo el Papa.
La elección de Matías
Francisco continuó describiendo que la salida de Judas provocó, según narra san Lucas, “una herida al cuerpo comunitario” y era preciso buscar a alguien que lo sustituyera en su misión.
Pedro estipulo que el nuevo miembro del grupo de los apóstoles debía haber sido discípulo desde el bautismo en el Jordán hasta la Ascensión. El escogido fue Matías “reconstituyendo el colegio apostólico” y siendo este “el primer testimonio de una comunidad viva y que sigue el estilo del Señor”, señaló el Pontífice.