(ZENIT – 11 agosto 2019).- «El testimonio cristiano, después de todo, sólo anuncia esto: que Jesús está vivo y que es el secreto de la vida». Este es el tweet del Papa Francisco publicado este sábado, 10 de agosto de 2019, en la fiesta de San Lorenzo, diácono y mártir.
Nacido a principios del siglo III en Aragón, España, Lorenzo murió en Roma el 10 de agosto de 258. El Papa Sixto II lo había establecido como el primero de los siete diáconos vinculados al servicio de la Iglesia Romana. Su función era la de custodio de los bienes de la Iglesia. Cuando el emperador Valeriano emitió un edicto de persecución prohibiendo el culto cristiano, incluso en los cementerios, Lorenzo fue arrestado al mismo tiempo que el Papa y los otros diáconos. Llamado a entregar los tesoros de la Iglesia, reunió a los pobres, a los enfermos, a los cojos y a los ciegos, diciendo: «Estos son los tesoros de la Iglesia».
El 26 de diciembre de 2016, el Papa afirmó que los mártires de hoy son «más numerosos que los de los primeros siglos». Pero también que «a pesar de las pruebas y peligros, testimonian con valentía su pertenencia a Cristo y viven el Evangelio comprometiéndose con los más desfavorecidos, los más desatendidos, haciendo el bien a todos sin distinción. De este modo, dan testimonio de la caridad en la verdad». Palabras que ilustran bien la vida y la muerte de Lorenzo.