(zenit – 12 junio 2020).- “Además de ocuparse de la seguridad y de la protección de la persona del Papa, es necesario aprender a conocer el Evangelio y sus principios”, afirma el capellán de la Guardia Suiza Pontificia, Thomas Widmer, en una entrevista con L’Osservatore Romano el 10 de junio de 2020, con motivo del inicio de la escuela de verano para reclutas: No se improvisa en la Guardia Suiza Pontificia”, añade el capellán. “Existe todo un camino formativo y espiritual a seguir con compromiso y determinación”.
La Guardia Suiza también ha confirmado que la toma de juramento de 38 nuevos guardias, que debería haber tenido lugar el 6 de mayo, tendrá lugar el 4 de octubre, según un comunicado de prensa del 10 de junio.
Sin embargo, se celebrará a puerta cerrada y sin invitados, de acuerdo con las normas de protección vigentes para evitar cualquier infección por el virus COVID-19. No estarán presentes ni parientes, ni miembros de la familia, ni las autoridades suizas.
El programa del domingo 4 de octubre -fiesta de san Francisco y del Papa, incluirá una Misa a las 7:30 horas con los reclutas en la basílica de San Pedro. A las 17 h., la ceremonia de juramento tendrá lugar en patio de San Dámaso en el Palacio Apostólico del Vaticano y, en caso de mal tiempo, será trasladada al aula Pablo VI.
La cobertura televisiva en directo y la transmisión de este evento serán ofrecidas en el sitio web oficial de la Guardia Suiza en www.guardiasvizzera.ch.
El padre Thomas Widmer presentó la escuela de verano para reclutas y declaró estos “objetivos”: “Es importante”, indicó, “que los reclutas entren en el servicio bien preparados, listos para asumir las tareas asociadas a sus deberes. La primera parte del proceso de formación tiene lugar ahora en el Vaticano. En otoño, con la próxima escuela de reclutamiento, la segunda parte del entrenamiento tendrá lugar en los cuarteles militares de Isone, Suiza. En este entorno, los reclutas asimilarán y profundizarán sus habilidades, siempre actualizadas y necesarias, en materia de tácticas y de seguridad correspondientes a su papel en la defensa del Santo Padre. Pero es fundamental que esta tarea nazca y se vaya profundizando en sus corazones”.
El capellán insiste en la fe de los nuevos reclutas: “Aquí entramos en la dimensión de la fe. En primer lugar, son hombres, amados y queridos por Dios con una misión a descubrir cada vez más profundamente. Mi objetivo como capellán es siempre fomentar su experiencia personal con Jesús: encontrarle y seguirle como modelo de servicio y don, de hecho, da una nueva calidad a sus vidas”.
La dimensión espiritual está incluida en la formación de los guardias suizos y forma parte de la vida cotidiana de los jóvenes: “En la escuela, dedico algunas horas a la semana a la catequesis con los nuevos reclutas. Pero creo que la experiencia de la fe va más allá de estos momentos estrictamente formativos: la vida cotidiana en el distrito suizo, en el Vaticano, incluye muchos momentos de compartir en comunidad”.
Entre las prioridades en la preparación de los reclutas, explica el P. Thomas Widmer, “por un lado, está la formación en seguridad, que es su principal tarea. Luego existe un área que se ocupa del conocimiento del lugar de trabajo, las tareas individuales y la realización de servicios honorarios”. La otra parte de la formación, continúa, “concierne al aspecto espiritual”: “Trato de ofrecerles los fundamentos de nuestra fe y nuestra vida cristiana. Creo que la escuela de reclutamiento nos permite compartir experiencias personales bajo el estandarte de la fe”.
En esta época de emergencia sanitaria, hubo algunos cambios en el servicio de los guardias suizos: “En su mayor parte, el servicio siguió siendo ordinario, con pequeños cambios: por ejemplo, la necesidad de llevar máscarillas en las entradas del Vaticano o de medir la temperatura en la entrada del Palacio Apostólico. En cambio, el servicio honorífico se redujo al mínimo. Esto está relacionado con el hecho de que menos gente acuden al Vaticano. Las audiencias y Misas presididas por el Papa son sin o con pocos fieles. Espero que los guardias puedan pronto reanudar el servicio de honor allí donde sea posible”.
La post- pandemia de los guardias suizos se planifica “paso a paso”, prosigue el padre Widmer. “Nos estamos adaptando a las nuevas disposiciones dictadas por nuestros superiores… Pero sobre todo, espero que lo que hemos construido en nosotros mismos durante la experiencia de la pandemia nos anime a seguir viviendo de acuerdo con valores importantes como la solidaridad. De esta manera, podremos avanzar como antes y mejor que antes”.