La tensión volvió a dominar este domingo la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, un recinto sagrado para los musulmanes (Haram al-Sharif) y para los judíos (Monte del Templo). Más de 100 personas resultaron heridas en los enfrentamientos entre policías israelíes y palestinos, informó la Media Luna Roja, aunque la mayoría de carácter leve. Los disturbios no evitaron, sin embargo, la apertura de sus accesos a la hora prevista para la visita de turistas y judíos.
La policía israelí afirma que sus efectivos irrumpieron a las 6:45 horas de la mañana ante las informaciones sobre un grupo de palestinos atrincherados en la Explanada, que pretendía provocar altercados para evitar el inicio de las visitas. Asímismo, sospechó de la existencia de varios explosivos caseros.
Varias decenas de palestinos –muchos de ellos encapuchados– recibieron a los policías con barras de hierro, piedras y bengalas. Los agentes emplearon material antidisturbios. Hace sólo tres meses se registraron incidentes similares en el corazón del kilómetro cuadrado más sagrado del mundo para cristianos, musulmanes y judíos. Tras la guerra de 1967, este espacio pasó del control jordano al israelí.
En un comunicado difundido ayer, el presidente palestino Abu Mazen criticó la acción israelí condenando “el ataque contra la Mezquita Al Aqsa y nuestros lugares santos”. Asimismo pidió que no se permita “la judeización de Al Aqsa”.
El pasado miércoles, el Gobierno israelí declaró ilegales a dos grupos islamistas formados por hombres (Murabitun) y mujeres (Murabitat) que suelen hacer guardia en los accesos de la Explanada de las Mezquitas. Se trata de musulmanes que increpan a los judíos que visitan el lugar e intentan bloquear su paso.
“Son grupos que incitan la violencia y el odio en el Monte del Templo y en toda Jerusalén. Israel permite y seguirá permitiendo la libertad de expresión y culto pero no dejará que los violentos dañen el orden público y pongan en peligro a los visitantes y turistas”, señaló el ministro israelí de Defensa, Moshé Yaalón. La medida recomendada por los organismos de seguridad de Jerusalén, fue criticada por la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Por su parte, los dos grupos musulmanes replicaron que sólo buscan “proteger y evitar los ataques de colonos e intentos de judeización de las mezquitas Al Aqsa y la Cúpula de la Roca”. Definieron la medida como injusta y aseguraron que recurrirán ante el Tribunal Supremo israelí “para poder seguir defendiendo el tercer lugar más sagrado para el islam”.