(zenit – 13 oct. 2020).- Unas religiosas de Roma ofrecen al Papa Francisco un edificio de su congregación para acoger a los refugiados, anunció el Vaticano el 12 de octubre de 2020. Este gesto se presentó como una respuesta a la llamada de la encíclica Fratelli tutti.
El inmueble de las Hermanas de la Divina Providencia, Villa Serena, situado en la Via della Pisana, al este de Roma, se convertirá en un hogar para refugiados, especialmente mujeres solteras, mujeres con niños y familias en situación de vulnerabilidad, que han llegado a Italia a través de los corredores humanitarios.
La estructura, gestionada por la Comunidad de Sant’Egidio, indica un comunicado de la Limosnería Apostólica, podrá acoger a unas sesenta personas. Se les atenderá durante sus primeros meses en el país y también se les acompañará hacia la “autonomía en el empleo y la vivienda”.
Sant’Egidio abrió en 2015 los corredores humanitarios para los refugiados de Siria, el Cuerno de África y Grecia, especialmente de Lesbos. Más de 2.600 personas, muchas de ellas menores de edad, han sido sostenidas a través de estos corredores.
Las Hermanas de la Divina Providencia nacieron en 1921 en Catania, bajo la dirección de María Marletta. Se dedican a los jóvenes en dificultades, entre otras labores, a través de la educación.