El Santo Padre ha hecho un llamamiento para la tutela de la libertad religiosa en Europa y el deseo de que los cristianos de continente europeo sepan con «dulzura» y «respeto» «dar razón siempre de la esperanza que hay en ellos». Así lo ha expresado en el mensaje de saludo a los participantes del cuarto Forum europeo ortodoxo-católico, que se celebra en Minsk (Bielorrusia) del 2 al 6 de junio, bajo el tema «Religión y diversidad cultural: desafíos para las Iglesias cristianas en Europa».
La iniciativa del encuentro es promovida por el Consejo de las Conferencias episcopales de Europa (Ccee) junto con el patriarcado ecuménico y en acuerdo con las Iglesias ortodoxas presentes en Europa. En el mensaje del Santo Padre -firmado por el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolín- manifiesta su aprobación por la iniciativa, deseando que «los trabajos favorezcan el consolidarse de relaciones de amistad y comunión». En particular, se desea que «en Europa la libertad religiosa sea tutelada en todos sus aspectos y que los cristianos puedan dar razón de la esperanza que hay en ellos siempre con dulzura y respeto y con una conciencia recta».
Este Forum nace «de la voluntad de discutir cuestiones antropológicas y pastorales de importancia crucial para el presente y el futuro de la humanidad con el fin de ayudar a definir las posiciones comunes sobre las cuestiones sociales y morales», explican los organizadores.
Por lo tanto -indica la nota publicada en el Osservatore Romano- en la base del encuentro no está la búsqueda de un punto común en la discusión doctrinal que, como se sabe, está reservada a la Comisión mixta internacional de diálogo teológico.
El tema central del forum se afronta siguiendo varias facetas y pistas de trabajo: «La religión y la realidad cultural en Europa hoy», «el rol de los valores humanos y cristianos en las sociedades europeas multiculturales contemporáneas», «la libertad religiosa», «el rol de las Iglesias en la promoción de la sabiduría cristiana y la necesidad del diálogo interreligioso», y finalmente, «la reconstrucción moral de Europa».
Participan en el encuentro el exarca patriarcal de Bielorussia, el metropolita Pavel de Minsk y Sluzk, y el arzobispo de Minsk-Mohilev, Tadeusz Kondrusiewicz, así como doce representantes de Iglesias ortodoxas y varios delegados de la Iglesia católica. El encuentro, que abrió con una oración por la paz en Europa y en Ucrania, asiste también el presidente del Ccee, el cardenal arzobispo de Esztergom-Budapest, Péter Erdő.
El purpurado explica en una entrevista a Radio Vaticana que el objetivo del Forum es tratar «de entender como respetar, de forma cristiana, esta riqueza, que se manifiesta también en la diversidad de los pueblos, de las culturas, de las naciones; porque Europa es un continente especial, donde hay muchos países, naciones, que tienen una lengua propia, una historia propia, una cultura propia», pero donde «todos, desde hace mil años, crecen y se desarrollan en base a la inspiración del cristianismo». Y concluye recordando que «la fe cristiana no quita la especificidad de las culturas, sino que da una inspiración, para que todos puedan desarrollar la propia genialidad».
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