Por: Ariel Beramendi
(ZENIT Noticias / Roma, 27.03.2023).- Me llamó mucho la atención el espacio informativo que tuvo la noticia falsa, catalogada más bien como una imagen de fake news, en la que se presenta al Papa Francisco vistiendo un abrigo sintético de color blanco, semi-inflado y moderno. La imagen fue creada por inteligencia artificial y se viralizó en las redes sociales. En poco tiempo saltó a periódicos.
Una noticia es un evento relevante de interés público y privado. Honestamente la imagen del Papa con ese atuendo no podría ser considerada una noticia.
La semana pasada también asistimos a la construcción de una información relevante. El régimen de Ortega mostró una prueba de vida del obispo Rolando Álvarez. Exhibieron al obispo en una sala decorada anónimamente a modo de escenario, con cortinas, una mesa con alimentos, en la que Monseñor Álvarez comió con dos familiares. De fondo, el sonido mecánico de cámaras fotográficas.
¿Hasta dónde se ha forzado la información? Lo positivo es que pudimos escuchar declaraciones del obispo encarcelado, vestido de azul, de rostro sereno y demacrado.
Ante estas construcciones de verdades y medias verdades, o la difusión de informaciones irreales, tendríamos que preguntarnos si estamos preparados para lo que se viene como consecuencia de contenidos generados por la inteligencia artificial.
Asimismo, preguntémonos qué canales de información utilizamos y consumimos. ¿Creemos a ciegas todo lo que vemos en redes sociales? Pensemos. ¿Quién o qué intereses hay detrás de las noticias?
A veces la información religiosa y católica corre el riesgo de estancarse en la misma piscina, es decir, que mientras la sociedad y el mundo de la información son como un océano, la iglesia y sus medios no salen de su burbuja.
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Bajo este amplio y necesario preámbulo, en nuestra Crónica Vaticana podemos mencionar que se ha definido que el Consejo de Cardenales Asesores del Papa, que había sido renovado a inicios de marzo, seguirá existiendo como un instrumento personalísimo del pontífice.
En lo que se refiere a la legislación eclesial, el Papa actualizó una ley publicada el 2019 sobre la protección de menores. Ahora, no solo los obispos o clérigos tienen el deber de denunciar los abusos sino también aquellos laicos que tienen un rol en la iglesia, por ejemplo, en los movimientos laicales. La ley pide que todas las diócesis tengan una oficina accesible donde la gente pueda denunciar los abusos. Se establece además que cuando se realice una denuncia, se informe al Vaticano cuanto antes, y el obispo tendrá que realizar una investigación preliminar.
Para terminar, informamos que el Papa encomendó a todos los fieles que asistieron a la audiencia del miércoles, a seguir rezando por la paz y la unidad. En este sentido invitó a todos los creyentes y en especial a los grupos de oración, a renovar cada 25 de marzo el acto de consagración a la Virgen María. Y es que después de más de un año de la guerra en Ucrania aún no se atisba el final de tanta violencia fratricida
Ariel Beramendi es sacerdote y comunicador. Vive en Roma.
