(ZENIT Noticias / Roma, 31.05.2023).- . «Se ha dado el primer paso: 371 niños están en casa en Ucrania». Son palabras del presidente ucraniano Zelensky tras inaugurar el Centro para la Protección de los Derechos del Niño en Ucrania.
En ese contexto también se anunció el plan Bring Kids Back UA. Se trata de un plan en el que tanto Ucrania como otros países que le apoyan hacen los esfuerzos necesarios para que los cerca de 20 mil niños ucranianos llevados a Rusia sean devueltos a su país de origen.
El jueves 25 de mayo el Papa Francisco concedió una entrevista a la cadena Telemundo. Ahí contestó una pregunta relacionada con el tema tratado entre el presidente de Ucrania y el Pontífice durante la visita que Zelensky le realizó: «Él me pidió un favor muy grande que procurara ocuparme de los chicos que habían sido llevados a Rusia. Mire, yo le pido eso. No sueñan tanto en mediaciones, porque realmente el bloque de Ucrania es muy fuerte. Toda Europa, Estados Unidos. O sea que tienen una fuerza propia muy grande. ¿No? Lo que sí que él estaba muy dolido y pide colaboración es en tratar de que vuelvan los chicos a Ucrania».
Un par de semanas después el Papa anunció que el encargado de encabezar la misión de paz del Vaticano en el conflicto europeo era el Cardenal Zuppi. Y días después el Secretario de Estado dijo a los periodistas que tanto Rusia como Ucrania habían visto con buenos ojos esta intervención. Aunque no es algo público, no sería extraño que el Papa hubiese mediado en esta deportación de niños ucranianos desde Rusia.
