(ZENIT Noticias / Roma, 24.10.2023).- El 14 de octubre de 2023 se abrió la causa de beatificación para Vivian Ogu, teenager nigeriana que optó dar gloria a Dios con su virginidad, aunque ello le costara la vida. Fue una niña entregada a Jesús desde temprana edad, vivió como testimonio para otros hasta el día de su muerte.
Fue bautizada en la iglesia de San Pablo en su ciudad natal Benin el 1 de julio de 1995 y recibió su primera comunión en la misma parroquia en marzo de 2005.
Asistió a la escuela de Nigeria Air Force Women Association School para su educación preescolar y primaria. Luego cursó su escuela secundaria en the Greater Tomorrow Secondary School, en su ciudad natal distinguiéndose siempre académicamente. Soñaba en convertirse en abogada para defender a las mujeres viudas y a los huérfanos.
Además, se distinguía por su liderazgo y tenacidad. Al percatarse de la infrecuencia del director de coro de la parroquia fue tomando informalmente la batuta del puesto y con la ayuda de su padre formó un coro oficial, el cual fue creciendo velozmente pasando de unos veinte a sesenta niños en los cuatro años siguientes. El coro ganó varias concertaciones organizadas por the Society of Holy Childhood.
Con su personalidad logró invitar a diversos niños a que practicaran el sacrificio ofreciéndolo por las necesidades de su parroquia y la Iglesia Universal. Por ello no es de sorprender que cuando la Asociación de la Santa Infancia (PAHC, por sus siglas en inglés) fue inaugurada en la parroquia de San Pablo en 2006 ella fue unánimemente elegida como primera presidenta. Desde entonces promovió diversas actividades dentro y fuera de la parroquia como un periódico titulado “Los amigos de Jesús.”
Su vida llegó a su clímax el domingo 15 de octubre de 2009. Por la tarde, después de asistir a misa y a catequesis donde se habló de santa María Goretti, encontrándose en su casa con su familia, unos ladrones entraron a la casa, hirieron a su padre, robaron cosas y se llevaron a Vivian y a su hermana para violarlas en un lugar fuera de la ciudad. Sin embargo, todo intento fue fallido ya que Vivian se resistió hasta que fue asesinada con un arma.
Al enterarse de lo sucedido, el gobierno del estado concedió la tierra donde ella fue martirizada a la Arquidiócesis de Benin City. Dos años más tarde, el gobierno local llamó el camino donde ella fue asesinada “Vivian Ogu”, en su honor.
Se ha promovido la difusión de su causa a través de una fundación para que se aporte información sobre milagros relacionados con esta sierva de Dios. De concluirse el proceso ella sería la segunda santa de Nigeria después del beato Cyprian Iwene Tansi.