(ZENIT Noticias / Washington, 09.02.2024).- Dieciséis senadores pidieron al FBI aclaraciones por su vigilancia a católicos considerados tradicionalistas y si la agencia ha borrado registros, tras conservar detalles que difundieron como información engañosa sobre las actividades de esos ciudadanos.
El senador Chuck Grassley, de Iowa, envió una carta al FBI el 31 de enero, firmada por otros 15 senadores republicanos, pidiendo al director de la agencia, Christopher Wray, entregar al Senado los registros intactos sobre un memorándum anticatólico redactado en la oficina de campo de la oficina en Richmond, según informó Zenit el 31 de enero.
La carta también sugiere que pudieron eliminarse permanentemente algunos archivos, además de aclarar contradicciones notadas en los testimonios de Wray ante el Congreso y otras informaciones reveladas sobre la vigilancia del FBI sobre católicos por su posición religiosa, infringiendo así el principio de respeto a las creencias de los ciudadanos.
«El hecho de que una oficina del FBI haya producido incluso un documento discriminatorio como éste es profundamente preocupante», expresó Grassley el pasado 1 de febrero. «Es inconcebible que la respuesta de la agencia haya sido tomar atajos, esquivar preguntas y endurecer al Congreso (…). Desde mi punto de vista, parece que el FBI está trabajando para esconder el problema debajo de la alfombra en lugar de abordarlo», agregó.
Las demandas de la carta firmada por los senadores surgen de información obtenida en un informe del Comité Judicial de la Cámara de Representantes publicada el 4 de diciembre de 2023, donde aparecen datos de un memorando escrito en la oficina de Richmond el año pasado, que investigó a «católicos tradicionalistas radicales» y «el movimiento nacionalista blanco de extrema derecha».
Wray testificó que el memorándum era «un solo producto de una sola oficina de campo», aunque la nueva información habla de otras oficinas de campo con parecida información y que aparecieron referencias para desarrollar un memorándum de todo el FBI basado en el documento de Richmond. El memorándum también anotaba «el desarrollo de trampas o fuentes» en las parroquias tradicionalistas.
Los senadores sugieren que el Congreso recibió solo parte de la información pedida al FBI, quien quizás «borró los registros tan pronto como el incidente se hizo público». Solicitaron por tanto a la agencia «proporcionar una explicación inmediata sobre su orden de eliminar los registros relacionados con este incidente».
La carta subraya: «¿Por qué el FBI eliminó permanentemente los archivos relacionados con el memorándum interno de Richmond en lugar de simplemente eliminar el memorándum de la distribución, y el FBI tiene una copia de seguridad de esta información? (…). Sorprendentemente, ninguno de estos pasos parece haber sido parte de la revisión interna del FBI».
La petición de los senadores marca a Wray el 14 de febrero como límite a la respuesta “para que el Congreso pueda continuar ejerciendo su supervisión constitucionalmente fundamentada del manejo de este asunto por parte del FBI». El FBI comunicó a CNA el 2 de febrero que «cualquier caracterización de que el FBI está apuntando a los católicos es falsa».
La oficina también sostuvo que, «como el FBI ha declarado muchas veces, el producto de inteligencia no cumplió con nuestros exigentes estándares y fue rápidamente eliminado de los sistemas del FBI”. Por tanto, “el Director fue exacto cuando testificó que el producto de inteligencia fue producido por una oficina de campo y que los autores incluyeron un par de frases que se referían a casos de otras oficinas».
La posición los senadores puede ser correcta, aunque la agencia insiste: «Una revisión interna realizada por el FBI no encontró ninguna intención maliciosa de atacar a católicos o miembros de cualquier otra fe religiosa, y no identificó ningún paso de investigación tomado como resultado del producto”, pues la oficina «no realiza investigaciones basadas únicamente en actividades protegidas por la Primera Enmienda, incluidas las prácticas religiosas».
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