YAUNDÉ, martes, 17 marzo 2009 (ZENIT.org).- Al llegar al aeropuerto internacional Nsimalen de Yaundé, Benedicto XVI se ha encontrado con la bienvenida de musulmanes y protestantes de Camerún.
«En el Corán, el profeta Mahoma nos recomienda acoger bien a los extranjeros, pues con mucha frecuencia vienen con la paz. Por tanto, para nosotros, la venida del Papa es una bendición», ha declarado el gran imán de Yaundé, el jeque Ibrahim Moussa.
Durante su estancia en Camerún de tres días, el Papa está recibiendo en varias ocasiones la bienvenida de los responsables de la comunidad musulmana de este país de más de 18 millones de personas, la segunda religión más numerosa después del cristianismo.
Con motivo de la llegada del Papa, el jeque Ibrahim Moussa ha lanzado un llamamiento a los fieles musulmanes a «respetar la religión de los demás y a unirse para acoger a este gran hombre».
Según ha referido a la prensa local, el líder islámico ha asegurado que «consideramos al Papa como un gran imán», en referencia a la figura encargada de presidir la oración canónica musulmana, poniéndose delante de los fieles para que estos le sigan en sus rezos y movimientos.
«Rezamos para que su estancia se desarrolle bien y que regrese a su casa en paz», según ha referido a los periodistas.
«Nosotros tenemos un buen concepto de él, sobre todo convivimos pacíficamente con los fieles católicos, de hecho, rezamos al único Dios. Por tanto, los musulmanes están tan contentos como ellos de recibir al Papa aquí, en nuestro país».
También han dado la bienvenida al Papa las comunidades protestantes.
«La venida del Santo Padre a nuestro país es una gracia que no puede dejar a un cristiano indiferente», ha subrayado en particular el reverendo Jean Emile Ngué, secretario general del Consejo de las Iglesias protestantes de Camerún, quien considera que la venida del Papa al país es «un acontecimiento de elevado alcance espiritual».
Con información de Isabelle Cousturié