CIUDAD DEL VATICANO, domingo 8 de febrero de 2009 (ZENIT.org).- El Papa hizo hoy un llamamiento a la paz ante las “ fuertes tensiones políticas que han provocado también disturbios populares” en Madagascar, durante los saludos tras el rezo del Ángelus a los peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro.
El Papa se mostró “vivamente preocupado por el periodo particularmente crítico que el país está atravesando”, e invitó a todos los católicos a unirse con la oración a las iniciativas de la Iglesia malgache para ayudar a superar la crisis.
Especialmente, se refirió a la jornada de oración convocada para hoy por los obispos de la Isla, “en favor de la reconciliación nacional y de la justicia social”.
En su llamamiento, el Papa reza por los muertos en las manifestaciones y pide “la vuelta a la concordia de los ánimos, a la tranquilidad social y a la convivencia civil”.
Benedicto XVI suma así su voz al esfuerzo que está llevando a cabo la Conferencia Episcopal de Madagascar para reconducir la situación de violencia a la que ha conducido el enfrentamiento entre el presidente del país, Marc Ravalomanana, y su principal opositor, el ex alcalde de la capital, Antananarivo, Andry Rajoelina.
La crisis comenzó el pasado 26 de enero, cuando el ex alcalde Rajoelina acusó públicamente al presidente de malversación de fondos y de violación de la Constitución, y pidió su destitución inmediata. lo cual ha causado una fuerte tensión en el país, con manifestaciones y choques contra las fuerzas de seguridad.
La última manifestación, ayer sábado, provocó treinta muertos y un centenar de heridos, por disparos de la guardia presidencial, según el diario malgache “La Gazette”.
Los obispos malgaches llevan días intentando mediar entre ambas partes. Ayer, según informó Radio Vaticana, se reunieron con representantes de Ravalomanana y Rajoelina para intentar una salida negociada a la crisis.
Monseñor Fulgence Rabemahafaly, presidente de la Conferencia episcopal, se dirigió personalmente a la ciudad de Ambatobe para exhortar a Rajoelina a “elegir la vía del dialogo”. Esfuerzos similares están realizando el Nuncio apostólico, monseñor Augustine Kasujja, y los representantes del resto de confesiones cristianas.