CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 2 diciembre 2005 (ZENIT.org).- Pronto se publicará un documento sobre los niños que han fallecido sin ser bautizados, ha anunciado el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el arzobispo William Levada.
La cuestión del «Limbo» ha sido uno de los argumentos que ha afrontado la sesión plenaria anual de la Comisión Teológica Internacional, reunida en el Vaticano hasta este viernes.
Monseñor Levada, quien por su cargo también es presidente de esta Comisión, ha explicado en declaraciones a «Radio Vaticano», ha explicado que la discusión sobre este argumento, que incluía la cuestión de la existencia del Limbo «ha sido muy provechosa».
«Se puede esperar que en un tiempo razonablemente breve el estudio emprendido por la Comisión Teológica tenga un resultado positivo de cara a la eventual publicación de un documento al respecto», explica.
Los documentos de esta Comisión no forman parte del Magisterio de la Iglesia, buscan ayudar a la Santa Sede y especialmente a la Congregación para la Doctrina de la Fe a examinar cuestiones doctrinales de mayor importancia.
«En el momento actual de relativismo cultural y de pluralismo religioso –reconoce el arzobispo Levada– el número de niños no bautizados aumenta considerablemente. En esta situación, los caminos para alcanzar la salvación parecen cada vez más complejos y problemáticos».
La Iglesia –explica el prelado estadounidense–, es consciente de que la salvación «sólo se puede alcanzar en Cristo por medio del Espíritu. Pero no puede dejar de reflexionar, en cuanto madre y maestra, sobre la suerte de los hombres creados a imagen de Dios, y de manera particular de los más débiles y de quienes todavía no tienen el uso de razón y de la libertad».
Hablando del Limbo, el secretario general de la Comisión Teológica Internacional, el padre Luis Ladaria, S.I., ha explicado a los micrófonos de la emisora pontificia, «que ante todo tenemos que decir que sobre este punto no hay una definición dogmática, no hay una doctrina católica que sea vinculante».
«Sabemos que durante muchos siglos se pensaba que estos niños iban al Limbo, donde gozaban de una felicidad natural, pero no tenían la visión de Dios. A causa de los recientes desarrollos no sólo teológicos, sino también del Magisterio, esta creencia hoy está en crisis», aclara.
Para entender la cuestión hay tres claves fundamentales que el padre Ladaria expresa así: «Tenemos que comenzar por el hecho de que Dios quiere la salvación de todos y que no quiere excluir a nadie; tenemos que fundamentarnos en el hecho de que Cristo ha muerto por todo los hombres y de que la Iglesia es un sacramento universal de salvación, como enseña el Concilio Vaticano II».
«Por tanto –concluye–, si partimos de estos presupuestos, el problema de la necesidad del Bautismo se enmarca en un contexto más amplio».