(ZENIT – Roma).- Los obispos y los delegados responsables de la pastoral de los migrantes en Europa han dialogado esta semana en Madrid sobre los “modelos” de integración, las buenas prácticas y los desafíos para la sociedad europea.
“La gente conoce cada vez más el drama que viven miles de migrantes que cada día se arriesgan tratando de alcanzar el territorio europeo, cruzando el Mediterráneo en barcos en mal estado y el desierto en largas marchas de la muerte”, se lee en el comunicado final publicado por la Conferencia Episcopal Española. En cambio, añaden, “son menos conocidas las historias de generosidad, historias donde se comparte y se acoge genuinamente, historias que acompaña el fenómeno migratorio de los últimos tiempos. Después de la urgencia de recibir, la Iglesia católica está en primera línea en la emergencia relacionada con la integración de miles de migrantes”.
Después de haber afrontado la cuestión de la acogida en el año 2015, los directores nacionales de la pastoral de los migrantes se han focalizado en el Año de la Misericordia en el desafío de la integración. El encuentro ha tenido lugar en Madrid los días 26 al 27 de septiembre, invitados por el obispo de Albacete, monseñor Ciriaco Benavente Mateos, presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española.
La integración de los migrantes y de los refugiados es un fenómeno complejo y de múltiples facetas. La Iglesia Católica, como han testimoniado los participantes, “está comprometida en todos los países con diferentes actividades y programas”. Sin embargo, recuerdan que ya sea la acogida como la integración no son prerrogativas de un sector particular de la sociedad civil o de instituciones de la Iglesia, sino de toda la sociedad, porque es la persona en su totalidad, la que debe ser acogida.
Con su enfoque, “la Iglesia siempre busca promover esta doble dimensión, con un trabajo que tenga en cuenta tanto las necesidades de los migrantes, en su integralidad y en su dignidad de persona, como también las necesidades de la comunidad que recibe”, prosigue el comunicado.
Entre las distintas experiencias presentadas por los participantes, el medio pedagógico-pastoral privilegiado para promover una real integración parece ser “trabajar juntos”. Es en el hacer juntos, “acciones y actividades concretas que el migrante y la comunidad que acoge se perciben como una sóla cosa”, explica el comunicado.
Por otro lado, se indica que en el espíritu del Año de la Misericordia, los directores nacionales luego han recordado “la necesidad de volver a descubrir el significado y el valor de la hospitalidad que ayuda a los cristianos a responder mejor al desafío de la integración”. En esta óptica, la parroquia es, sin duda, “el espacio privilegiado donde se puede realizar una verdadera pedagogía del diálogo y del encuentro”.
En Madrid, los directores nacionales también discutieron algunas cuestiones afrontadas anteriormente y que aún existen, como el tráfico de seres humanos (el trabajo que lleva adelante el Santa Marta Group), la presencia de los inmigrantes católicos chinos en Europa y la dinámica de la evangelización de los chinos en Europa.
Obispos y delegados responsables de la pastoral de los migrantes de las Conferencias Episcopales de Europa - © CEE
La pastoral de los migrantes en Europa pide "redescubrir el don de la hospitalidad"
Comunicado final del Encuentro de obispos y delegados responsables de la pastoral de los migrantes de las Conferencias Episcopales de Europa