(ZENIT – Roma).- Después de la histórica firma del Acuerdo de paz entre el Gobierno de Colombia y la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, que tuvo lugar el 26 de septiembre en Cartagena, el pueblo colombiano se ha pronunciado en contra a través del plebiscito.
Con una resultado muy ajustado, ha ganado el “no” al Acuerdo de paz. El 50,2% de los votantes votó en contra, mientras que el 49.7% se decantó a favor. La abstención fue de más del 60%.
El Acuerdo de paz pretende poner fin a 52 años de conflicto armado. Un conflicto que ha dejado 260 mil muertos, 45 mil personas desaparecidas y 7 millones de desplazados. El presidente, Juan Manuel Santos, ha asegurado que el cese bilateral del fuego seguirá vigente.
El Gobierno y las FARC se han sentado en La Habana, durante cuatro años, a trabajar en este proceso de paz, mientras que ahora no se sabe con exactitud qué va a ocurrir.
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Augusto Castro, ha pedido a los políticos «mucha prudencia» y que sigan trabajando por la reconciliación, según ha informado la emisora local Caracol Radio.
El Santo Padre ha seguido muy de cerca este proceso y así lo confirmó el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, en la Liturgia que se celebró en Cartagena antes de la firma del Acuerdo de Paz. “El Santo Padre ha seguido con gran atención los esfuerzos de estos últimos años, en la búsqueda de la concordia y de la reconciliación”, explicó. Asimismo aseguró que el papa Francisco enviaba su cercanía “al querido pueblo colombiano” en un día tan importante.
Además, el Pontífice recordó este domingo en el avión que le traía de regreso de Azerbaiyán, que su intención es visitar Colombia cuando salga el proceso de paz. “Yo quiero ir cuando todo esté blindado, es decir, cuando el plebiscito termine, cuando todo esté seguro, seguro, seguro, que no se puede retroceder, es decir, que el mundo internacional, todas las naciones internacionales están de acuerdo que no se hará un recurso”, precisó. “Cuando todo esté terminado. Si esto es así, podré ir, pero si la cosa es inestable… pero todo depende de lo que diga el pueblo, porque el pueblo es soberano”, subrayó el Santo Padre.
